Durante las más de cuatro décadas de vida de los videojuegos, éstos se han caracterizado por ir adquiriendo una complejidad creciente. En los últimos tiempos, fue cobrando fuerza ciertas ramas de los mismos que se acusaron una sustancial influencia del género cinematográfico que destacaban por el peso creciente en la trama, expresada a través de copiosas cinemáticas. Es en este contexto donde ciertas personalidades del sector han reaccionado a este fenómeno de la forma más variada. Warren Spector, prominente desarrollador estadounidense célebre por títulos como Deus Ex, ha engrosado la lista de opiniones sobre el tema.
En unas declaraciones al medio australiano PAX, se ha mostrado crítico con la idea de la asimilación de los videojuegos al formato cinematográfico, enfoque bajo el cual quedaría circunscrito únicamente a un componente interactivo que la gran pantalla no puede ofrecer, para reivindicar la identidad propia del sector. Frente a la premisa tradicional de historias encorsetadas al arbitrio de los desarrolladores, Spector aboga por una «autoría compartida» con los jugadores en las que sus decisiones tengan consecuencias reales en el resultado final de la historia.
Siguiendo esta línea, el padre de Deus Ex clasifica a los juegos en tres categorías según su interactividad de su trama. En el escalafón inferior se sitúa la que denomina «juegos de baja expresión». Los títulos de esta categoría, en la que citó como ejemplos a Uncharted y Naughty Dog, «limitan su capacidad de interactuar con el mundo del juego, así que la historia se despliega de la forma en la que el narrador quiere que se desarrollen». Por su parte, los «juegos de media expresión» (ejemplificada con The Walking Dead y Heavy Rain) están «impulsadas por el desarrollador, no por el jugador», y se encuentra limitada en la práctica a un «amasijo de guiones de cine», por lo que se marca como meta lo que él denomina «juegos de alta expresión». Si bien considera a Dishonored, Fallout, Deus Ex: Human Revolution y Los Sims como representantes dignos de este nivel, Spector considera que todavía hay mucho por hacer.
¿Veremos en el futuro juegos con tramas con tantas variables como decisiones pueda tomar el jugador sin que por ello se renuncie a argumentos coherentes y robustos? El tiempo lo dirá.
