El responsable de marketing de Bethesda, Pete Hines, ha sido entrevistado por el medio VentureBeat en relación a los objetivos que la empresa tiene con el nuevo Doom.
El nuevo juego de la saga es uno de los principales títulos que Bethesda tiene en desarrollo y supone el regreso de Doom tras la tercera entrega lanzada en 2004, hace ya más de 11 años. «DOOM 3 era un survival horror, o ciertamente estaba mucho más cerca de serlo. Era un juego muy oscuro, y queríamos apartarnos de esto con DOOM y devolverlo a sus raíces», comentó Hines.
El cambio estético de Doom refuerza la idea de regresar a la acción de los primeros juegos. «La idea era la de que tuviera muchas áreas brillantes. Ciertamente hay partes oscuras, pero sí, no queríamos que fuera un juego de terror. Así no es como ven DOOM, quieren que sea un juego de acción visceral», añadió.
En lo referente al aspecto técnico que luce el nuevo Doom, «hay mucha más luz, mucha más cosas que no podíamos hacer con la anterior versión del motor gráfico porque las megatexturas no permitían el uso de la iluminación dinámica. Eso es lo opuesto de cómo funcionan las megatexturas», continúa Hines. «Parte del id Tech 6 es el permitir la iluminación dinámica, así como los efectos de humo y partículas, muchas cosas que no formaban parte de lo que se podía conseguir con versiones anteriores».
Doom se presentó una semana antes del E3 con un teaser que ya adelantaba lo que veríamos en la feria de forma más extensa. Id Software está trabajando para que una de las franquicias más importantes de los videojuegos regrese en plena forma durante la primavera de 2016.
