[HorrorScience] The Meg – Megalodón (2018)

Título
The Meg
Año
2018
Duración
113 minutos
Director
Jon Turteltaub
Guion
Steve Alten (historia original), Dean Georgaris, Jon Hoeber, Erich Hoeber
Reparto
Jason Statham, Li Bingbing, Rainn Wilson, Ruby Rose, Winston Chao, Cliff Curtis, Page Kennedy, Jessica McNamee, Ólafur Darri Ólafsson, Robert Taylor, Sophia Cai, Masi Oka

Cuando se estrenó Tiburón (Jaws) de Steven Spielberg allá por 1975 consiguió dos cosas, la primera fue el éxito atronador, que incluso le valió ganar algunos Oscars, y la segunda, que muchas personas se lo pensasen dos veces antes de entrar en la playa ese verano.

Aunque no fue la primera película de su temática, es innegable que el éxito de Tiburón provocó la creación de un género centrado en depredadores marinos, donde encajarían películas las secuelas de Tiburón (Tiburón 2, Tiburon 3D y Tiburón la Venganza), así como muchas otras ajenas a la franquicia de Spielberg, pero basadas en ella, como Orca, Ballena asesina (1977), Tintorera (1977), Piraña (1978), L´ultimo Squalo (1981), Deep Blue Sea (1999), Open Water (2003), The Reef (2010), o 47 metros bajo el agua (2017) entre muchas otras.

Ese género, que se podría denominar SharkXplotation, ha sido explotado hasta la locura, con cierta constancia, pero en las últimas décadas ha habido un aumento de películas que usan tiburones (u otros depredadores marinos) como reclamo, sin importar muy bien el contexto. De ahí podríamos mencionar películas como Mega Shark VS Crocosaurus (2010), Piranhaconda (2012), Sand Shark (2011), Sharkansas Women’s Prison Massacre (2015) o las sagas del tiburón con varias cabezas (2-Headed Shark Attack del 2012, 3-Headed Shark Attack del 2015, 5-Headed Shark Attack del 2017) o la famosísima saga Sharknado (que cuenta con 6 películas repartidas entre 2013 y 2018).

A día de hoy, es difícil sorprender con una película de tiburones (o cualquier otro depredador marino) debido a la explotación que se ha hecho del género, con películas de toda índole (desde las muy buenas, a las aceptables y horribles), pero, aun así, todos sabemos que el número de estas películas no dejará de crecer, entre las de bajo presupuesto y las multimillonarias de Hollywood.

Precisamente, una de las últimas apuestas de Hollywood sobre este tema fue The Meg (conocida también como Megalodón), que llegó a los cines en agosto de 2018.

La película empieza mostrándonos una misión de rescate a un submarino dañado, donde Jonas Taylor (Jason Statham) descubrirá que hay algo enorme bajo el agua, lo cual le hace abortar la misión cuando todavía quedaban compañeros dentro del submarino dañado. Esa decisión provocará que le tachen de loco y de haber actuado irresponsablemente, pues nadie cree que exista un animal tan grande como para destruir un submarino.

Años más tarde vemos como el multimillonario Jack Morris (Rainn Wilson) ha estado donando parte de su dinero a un complejo y sofisticado laboratorio submarino donde se puede estudiar la vida marina como nunca antes se había hecho. La meta de ese laboratorio es demostrar que la fosa de las Marianas es mucho más honda de lo que se cree, de manera que un desciende hasta el límite para descubrir si existe un subsuelo, cosa que comprobarán de primera mano un pequeño grupo de científicos, que, tras descubrir ese nuevo mundo, sufrirán daños en su pequeño submarino, dejándolos con menos de un día de oxígeno en una situación demasiado peligrosa para hacer un rescate usual.

Debido a ello deciden contratar al único hombre que aparentemente es capaz de hacerlo, Jonas Taylor, pese a que parte del equipo está en contra de su contratación, pues creen que está loco debido a lo que le pasó en el submarino años atrás. Jonas declina la oferta, pero al enterarse que su exmujer Lori (Jessica McNamee) está en el submarino y que puede que lo que les haya atacado sea el mismo animal que atacó el submarino de su último rescate, decide cambiar de idea.

Suying Zhang (Li Bingbing), una de las responsables del laboratorio, intenta un rescate antes de que llegue Jonas, pero es atrapada por un calamar gigante, que eventualmente la liberará al ser devorado por el enorme tiburón, que al parecer se siente atraído por las luces que emiten los submarinos. Jonas llega justo a tiempo para evitar que el enorme depredador se coma a Suying y consigue rescatar el submarino dañado, salvando a Lori y su compañero The Wall (Olafur Darri Olafsson), pero cuando está a punto de salvar al último tripulante, Toshi (Masi Oka), el tiburón se dirige hacia ellos, lo cual provoca que Toshi se suicide cerrando la escotilla y encendiendo las luces para que el tiburón vaya a por él y permita escapar a sus compañeros.

Aún con la muerte de Toshi presente, los responsables del laboratorio catalogan al tiburón, como un Megalodón, una especie que se creía extinta, y se plantean si es apropiado o no continuar investigando la fosa de las marianas y la criatura en sí, pero antes de que decidan qué hacer, el tiburón aparece en el laboratorio y clava sus dientes en una de sus acristaladas paredes, ya que, de alguna manera, ha conseguido llegar a la superficie siguiendo a los submarinos de rescate.

Jonas Taylor y el Megalodón

A partir de este momento, el equipo de investigación y Jonas tiene la responsabilidad moral de capturar al gigantesco escualo, lo cual es una tarea titánica teniendo en cuenta el tamaño del animal. Desarrollarán un par de planes para poder localizarlo y matarlo, pero por supuesto, no saldrán como estaba previsto, forzando a los protagonistas a improvisar.

 

Lo que menos me ha gustado de la película es algo que ya hemos visto todos en decenas de largometrajes de Hollywood de casi cualquier temática: el supuesto humor y personalidad de su protagonista. Jonas Taylor es el típico tipo duro, que sabe hacer de todo y todo lo hace bien, cuya personalidad consiste en sarcasmos y dosis de chulería cuya única finalidad es hacer quedar al resto de personajes como idiotas. A esto hay que sumarle que el “romance” forzado (o tensión sexual) entre Jonas y Suying que no dudan en meter con calzador en la película, sin tener en cuenta lo que haya sucedido (después de la muerte de Toshi, Suying le grita a Jonas por no haberlo salvado, pero minutos después va a su habitación y se lo encuentra desnudo tras salir de la ducha, y empiezan a coquetear…). Por supuesto, la mayoría de personajes son tremendamente sosos, insoportables o directamente estúpidos (como es habitual).

El romance «obligatorio» está presente en The Meg

Cualquiera que haya visto suficientes películas de Hollywood de este estilo, sabe perfectamente lo que se va a encontrar en cuanto a personajes. Si eso os disgusta, os tocará ignorarlos, y si sois el público para el cual escriben ese tipo de personajes y situaciones, pues estáis de enhorabuena (una vez más).

Los personajes humanos son la parte más floja de la película

Dejando de lado el tema de los estereotipos y “obligaciones contractuales” de Hollywood, nos encontramos con una película de tiburones bastante interesante, con escenas inquietantes e incluso alguna que otra sorpresa que hace que se mantenga el interés durante el metraje. Eso sí, la temática os tiene que gustar, porque de lo contrario no os va a enganchar de ninguna manera, ya que no nos encontramos con personajes interesantes que nos importen demasiado (algo en lo cual Tiburón de Spielberg acertaba de pleno), y los efectos especiales puede que no sean tan buenos como los recordamos (para mal o para bien, los efectos especiales avanzan a mucha velocidad), pero para mi gusto eran buenos entonces y siguen siéndolo a día de hoy.

Quizás la «jaula anti tiburones» no era tan buena idea

The Meg no va a quitarle el puesto a Tiburón de Spielberg como mejor largometraje del género y tampoco es una película que vaya a romper ningún molde o dejar un grandísimo recuerdo, pero puede servir para pasar el rato, y está a años luz de las películas de tiburones de segunda (como Sharkansas Women Prison Massacre y similares) que han aparecido de manera regular durante los últimos años, aunque eso tampoco es decir mucho.

No podía faltar la escena de un perrito en peligro

Curiosidades de la película.

  • La película está basada en el libro Meg: A Novel of Deep Terror de Steve Alten.
  • Se anunció el desarrollo de una secuela llamada Meg 2: The Trench (basada en el libro de Steve Alten, The Trench: Meg 2) que supuestamente se estrenará en 2023.
  • Winston Chao y Li Bingbing son padre e hija en la película, pero solo se llevan 13 años de edad.
  • Cuando miran la herida que se hace Lori con el destornillador, dicen que casi le daña el higado, pero lo cierto es que ese órgano no está en la zona del cuerpo dañada.
  • Según nos cuenta la película, el Megalodón no podía subir a la superficie porque estaba aislado en la fosa de las Marianas, pero entonces, ¿qué fue lo que rompió el submarino del principio de la película?
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