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Título: Dracula
Año: 1931
Duración: 75 minutos
Director: Tod Browning
Reparto: Bela Lugosi, Helen Chandler, Dwight Frye, Edward Van Sloan
Guión: Bram Stoker (libro original), Garret Fort
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En esta ocasión voy a hablar de una de las películas más importantes para el género del terror, ya que se podría considerar que fue la que acercó dicho género a las masas, consiguiendo un éxito comercial que películas anteriores no habían logrado. Tal fue la aceptación de esta película que su productora (Universal) decidió dedicar sus siguientes años en producir un alto número de películas similares, la mayoría de ellas protagonizadas por lo que hoy se consideran monstruos clásicos de terror, como el hombre lobo, la momia o la criatura construida por el Dr. Frankenstein.
Tras haber tonteado con la temática de los vampiros en London After Midnight el director Tod Browning fue el encargado de dirigir esta versión de la obra de Bram Stoker al cine, una tarea que no fue sencilla, debido a la repentina muerte de Lon Chaney, el actor estrella de la compañía y principal favorito para representar a Drácula.
Ese papel terminó cayendo en manos un actor húngaro llamado Bela Lugosi, el cual llevaba un tiempo interpretando al personaje en una popular obra de teatro, la cual sería la principal base del guión de esta película.
Una lenta melodía nos abre los sobrios créditos iniciales, la historia comienza mostrándonos un apresurado carruaje que avanza por estrechos y peligrosos caminos de montaña para llegar al poblado más cercano antes de la puesta de sol. Renfield, uno de los pasajeros del carruaje, le comenta al conductor que él ha de seguir avanzando hasta el desfiladero de Borgo, donde tomará otro carruaje hacia el castillo de Drácula, lo cual parece exaltar a los allí presentes, que le recomiendan que no se acerque al castillo y le obsequian con un crucifijo para que le proteja de los demonios que puedan acecharle, a lo que nuestro protagonista no hace ni caso.
Renfield llega finalmente al antiguo y enorme castillo, donde se encuentra con un pintoresco hombre que se presenta simplemente como Drácula. El ambiente lúgubre y tenebroso del castillo parece asustar al reciente huésped, pero la compañía del Conde lo tranquiliza, pues es un hombre muy educado y cortés con él, hasta que en un momento dado Renfield se corta en un dedo y provoca una extraña reacción en su anfitrión.
El motivo por el cual Renfield ha ido al castillo de Drácula es la compra por parte del Conde de la abadía de Carfax, lugar hacia el que ambos viajarán al día siguiente en barco. En los siguientes días, concluidos los negocios, Drácula deja a Renfield solo para que descanse tras su largo viaje. Una vez solo en la habitación, Renfield nota la presencia de tres bellas y fantasmales mujeres que parecen atraerlo de manera instintiva, y afortunadamente Drácula aparece para alejarlas y proteger al visitante.
En la siguiente escena, el barco donde viajaba Drácula llega a Londres con el cadaver del capitán atado al timón y el resto de la tripulación muerta, lo cual provocará que la policía entre a investigar y termine por detener como principal sospechoso a Renfield (ahora convertido en un demente seguidor de Drácula).
El vampiro anda suelto en Londres, atacando a jóvenes chicas por la noche y disfrutando de la ópera o el teatro después “de haber comido”. Será así como conozca a los otros personajes importantes en la película, como el Dr. Seward (dueño del manicomio cercano a la nueva casa de Drácula) y las jovenes Mina y Lucy, que se convertirán en los siguientes objetivos del vampiro.
Mientras tanto, Renfield ha sido internado en el manicomio del Dr. Seward, donde algunos compañeros médicos están investigando los extraños sucesos que han ocurrido recientemente. El profesor Van Helsing considera que todo es obra de una criatura sobrenatural, un vampiro, y sospecha de Renfield, el cual está obsesionado con alimentarse de vidas de pequeños animales, para poder seguir viviendo.
A la mañana siguiente, el profesor Van Helsing examinará a Mina, la cual se encuentra muy cansada tras una pesadilla la noche anterior. Antes de que el profesor termine su veredicto, Drácula aparece de visita mostrando su cara más sociable, que rápidamente será desenmascarada por Van Helsing, provocando un particular duelo entre ambos.
¿Podrá Van Helsing acabar con Drácula antes de que sea demasiado tarde?
En términos generales, he de decir que pese a la gran calidad de esta película, no ha envejecido tan bien como otras obras de la Universal de la misma época, sin embargo sigue conservando muchos de los elementos brillantes que la volvieron un clásico.
Uno de esos elementos es la atmósfera que transmite. Sus amplios decorados son tan bellos como terroríficos, sobre todo en lo que se refiere al castillo de Drácula, donde se desarrollan algunas de las mejores escenas del film. Debido a que estamos hablando de una película de los años 30, todavía se nota el ritmo lento que había en las películas de cine mudo, lo cual nos permite recrearnos un poco más con ese mundo siniestro habitado por vampiros inmortales y débiles humamos.
Esa lentitud es también uno de los puntos negativos del film, ya que pese a la corta duración de la película puede llegar a tener escenas que se hacen pesadas, así como una resolución bastante rápida y abrupta.
El papel de Lugosi como Drácula es bastante convincente, tal vez sea por su manera de pronunciar el inglés (idioma que no dominaba) o por el hecho de que estuvo haciendo ese papel anteriormente en teatro, o quizás sea porque he visto decenas de veces a Drácula representado como Lugosi hizo en esta película, convirtiéndose en el estándar del personaje para muchas versiones del mismo.
Renfield es un personaje que muchos recordarán del libro, donde era un loco obsesionado con comer insectos que, al parecer, ya conocía a Drácula por un suceso de su pasado. En esta película ese personaje toma el papel de humano protagonista, ocupando el lugar que correspondería a Jonathan Harker, para luego convertirse en el demente Renfield de la obra original, siendo este último estado donde Dwight Frye da lo mejor de sí mismo, con una cara de loco y una risa demente me parecen tremendamente inquietantes.
Curiosidades sobre la película:
- Bela Lugosi siempre fue considerado un galán con las damas, por lo cual se ofreció a negociar con la viuda de Bram Stoker para intentar rebajar el coste de los derechos de autor que ella pedía para la película, logrando reducir la suma considerablemente.
- Tras su muerte, Lugosi fue enterrado vestido de Drácula, pues era una de sus últimas voluntades.
- Al mismo tiempo que se grababa esta película, también se rodó una versión en español con actores españoles, usando los mismos decorados y guión. Esta versión tiene algunos momentos en los que supera a la versión americana, pese a que el Drácula interpretado por Carlos Villarias, no llegó a gustar tanto como el de Lugosi.
