[infobox color=»#ffb605″]
Título: The Little Shop of Horrors
Año: 1960
Duración: 70 minutos
Director: Roger Corman
Reparto: Jonathan Haze, Jackie Joseph, Mel Welles, Dick Miller, Jack Nicholson
Guión: Charles B. Griffith
[/infobox]
Little Shop of Horrors, también conocida como La pequeña tienda de los horrores o la tiendita de los horrores es una de esas películas baratas, hecha con prisas y pocos medios que consiguió plantar una semilla (nunca mejor dicho) en el género del cine de terror y la comedia.
Esa semilla fue creciendo y pasadas unas décadas ya había inspirado una serie de productos relacionados con la película, primero un musical, luego una segunda película basada en el musical, luego una serie de televisión… hasta que llegó el momento en el que, sin saber muy bien cómo, esta película se había convertido en un clásico y su personaje principal (la planta carnívora) ya se incluía como uno de los monstruos más parodiados y reconocibles del género del terror.
Generalmente, cuando se menciona Little Shop of Horrors, todo el mundo recuerda la película de 1986, protagonizada por Rick Moranis, con una excelente banda sonora (algo lógico, siendo un musical) y unos increíbles efectos especiales. Pero en esta ocasión vamos a hablar de la película original, dirigida en 1960 por Roger Corman.
En una pequeña tienda de flores, situada en el marginal barrio Skid Row, un desesperado Gravis Mushnick (Mel Welles) ve cómo su torpe trabajador, Seymour (Jonathan Haze), echa a perder muchas de sus flores. Ante la atenta mirada de su otra trabajadora, Audrey (Jackie Joseph), y de los escasos clientes de la tienda, Mushnick toma la decisión de echar al zoquete de Seymour a la calle de una vez por todas.
Tras unas delirantes conversaciones y gracias a la intervención de un cliente que tiene la particularidad de comer flores (Dick Miller), Seymour consigue una segunda oportunidad de su jefe, al decirle que tiene un tipo de planta extraña que puede aumentar las visitas y los beneficios de la tienda.
Velozmente, Seymour va a su casa a por la planta que ha de asegurar su trabajo, donde se encuentra con su madre, una anciana hipocondríaca con una obsesión insana por el alcohol y los medicamentos, que no duda en chantajearle emocionalmente para conseguir que Seymour haga lo que ella desea.
De vuelta en la tienda Seymour descubre ante todos una pequeña planta, plantada en una lata de café, que al parecer es una mezcla de semillas, lo cual la vuelve una especie desconocida por todos (incluyendo el tipo que come flores). La pequeña planta (llamada Audrey Junior, en honor a la compañera de trabajo de Seymour) no convence al señor Mushnick, pero al gustar al resto de personas presentes, decide que se quede en la tienda.
Lamentablemente para Seymour la planta parece morirse y no hay nada que él pueda hacer para remediarlo, o eso pensaba, pues al pincharse con una espina una gota de su sangre cae en la pequeña planta y provoca su mejora inmediata. A partir de ese momento Seymour se verá en la necesidad de ir alimentando su planta hasta quedarse sin una gota de sangre, pues la mejora visual de ésta (que ha aumentado en tamaño y espectacularidad) ha hecho que el negocio del señor Musnick prospere rápidamente, y de paso también ha conseguido que su compañera Audrey se fije en él definitivamente.
Tras quedarse sin sangre que darle, Seymour contempla cómo su futuro desaparece al mismo tiempo que la planta se muere, por lo cual decide salir a pasear para pensar en alguna posible solución, que llegará de una manera tremendamente estúpida cuando, sin querer, Seymour provoque la muerte de un hombre, cuyos restos terminarán por alimentar a su extraña planta.
Por pura casualidad, el jefe de Seymour logra ver como éste le da restos humanos de alimento a la planta, y decide llamar a la policía, pero al ver cómo su negocio prospera gracias a ella, decide callarse y cargar con el terrible secreto de Seymour.
Sin embargo el problema vuelve a presentarse en diversas ocasiones, ya que la planta cada vez necesita más alimento y obviamente no es fácil ni legal conseguirlo, pero la casualidad quiere que algunos de los vecinos de Skid Row terminen muriendo de manera bastante cómica (como el sádico dentista o el ladrón que entra a robar a la tienda) asegurando así un nuevo resurgimiento de la ya gigantesca planta.
Ahora Audrey Junior se ha vuelto un espécimen excepcional y atrae a gente de otras partes del mundo, hasta el punto que le van a conceder un premio a Seymour por su labor criándola. Sin embargo las desapariciones de personas han alertado a la policía que ya está tras la pista del posible responsable. ¿Cómo terminará la aventura del torpe y despistado Seymour?
Little Shop of Horrors es una película muy divertida y esa es su mejor baza, porque en niveles generales su bajo presupuesto y la rapidez con la que se rodó se hacen muy evidentes para el espectador. Sin embargo, algunos de sus diálogos son delirantes, especialmente los del señor Mushnick o las conversaciones entre los dos agentes de policía que investigan el caso. Los personajes son bastante tontos y planos en líneas generales, pero para compensarlo nos dan algunos bastantes atípicos como el sádico dentista, o el paciente masoquista (interpretado por un joven Jack Nicholson) que pese a aparecer pocos minutos, resultan muy extravagantes y cómicos.
Curiosidades sobre la película:
- Esta película se considera una de las más rápidamente filmadas, pues el guión se escribió en una noche, y la película se rodó en tres días, haciendo una única grabación por escena, con tres cámaras distintas.
- La película fue inspirada por diversas historias, como Green Thoughs escrita por John Corlier y The Reluctant Orchid de Arthur C. Clarke (autor de 2001: A Space Oddissey)
- Esta película fue una de las primeras que rodó Jack Nicholson, el cual aparece en la portada de la banda sonora y cuyo nombre sale destacado en algunas ediciones posteriores de vídeo y DVD, pese a su pequeño papel.
