Hace ya un tiempo Alf, Martín y yo nos unimos en redes para hablar de los que fueron para nosotros los juegos de 2020. No eran todos de este año ni mucho menos, pero los disfrutamos igual. Al igual que disfruté escribiendo todos y cada uno de los pequeños post que compondrán este artículo recopilatorio, que sé que llega tarde, pero en compensación lo he revisado un poco para facilitaros la lectura. Espero que lo disfrutéis.

Este año decidí volver a montarme en el caballo y pasearme por esos campos infinitos que ofrece Red Dead Redemption 2. Qué decir de esta joya. Amo a Arthur, amo a la banda de Dutch y amo cada átomo de este juego. Da igual como lo hayan hecho, no cabe duda de que Rockstar ha creado uno de los juegos más detallados y minuciosos que he visto en mi vida. Y no todo se reduce al tamaño de los testículos del caballo cuando hace frío. Parece un juego hecho para fans de los westerns y para fotógrafos profesionales. Y no voy a mencionar ni un ápice de la historia, porque para mí que es de las mejores jamás escritas en un videojuego. No lo dudéis, salid a cazar, pescar, asaltad un tren y buscad todos los secretos que guarda esta joya, solos o en compañía. Estaréis meses y meses sin salir del Salvaje Oeste.

Y si os atrevéis, buscadme en el online, así os enseñaré un par de cositas.

Con el descuento tan maravilloso que hizo Microsoft sobre su gamepass de pc (gracias Phil Spencer) obtuve por solo 1 euro un mes de Disney Plus y tres del susodicho gamepass. Con esto se me abrieron las puertas a una cantidad nada desdeñable de juegos maravillosos. Gracias a eso he vuelto a rejugar joyas como Hollow Knight, he pasado a los Locust por la motosierra y he vuelto a hacerle a los enemigos Wololo. Pero con diferencia a lo que más he jugado ha sido al Among Us. Sí, ese juego que en 2020 estuvo tan de moda. No lo voy a negar, las novedades y las modas tienden a generarme un escozor muy feo. Soy viejo en espíritu y si me sacas de mi zona de confort me pierdo. Pero este juego ha aunado con mucho arte distintas cosas que han logrado que dedique en muchas ocasiones horas y horas seguidas. Quizás es el hecho de poder jugar con la parienta, los primos y algunos amigos. Quizás es la maravillosa capacidad de desfogar bilis y mal rollo que tiene. No negaré sus problemas, el mayor de todos sus propios usuarios, la mayor parte niños malcriados incapaces de terminar una partida. Es una alegría encontrarse de vez en cuando una persona que siga el ritmo a tu pandilla, que dure más de dos partidas. Pero la realidad es que no es así, de 100 usuarios 90 son mocosos de mamá y papá jugando a ser sus héroes de Youtube.

Pero este problema no es algo que logre tapar las bondades que te da esta joya. Es uno de esos juegos casual que disfrutarás con tus colegas. Y si a eso le añadimos el crossplay y que en móviles es gratuito ponemos sobre la mesa un juego que hará que en tus reuniones con colegas no vuelvas a sacar ese Monopoly rancio.

Hace ya casi un lustro, en un verano que recuerdo especialmente tórrido, apareció un juego en el que no pocos tenían demasiadas expectativas y que se pegó uno de los batacazos más locos que recuerdo: No man’s Sky. Todo aquel que lo probó salió escaldado. Yo fui uno de esos tontos que lo compró, lo usó una vez y casi vomito. Era una basura en mayúsculas. Por aquella época muchos estábamos jugando a la versión final de Starbound y las comparaciones eran odiosas. Si tenía que elegir entre NMS y seguir con las aventuras del Capitán Serenion la cosa estaba clara.

Pero este año ha sido muy largo. Y un día me dije ¿porqué no? Y probé de nuevo el NMS. Que alegría me dio. Es lo que yo considero un trabajo bien hecho. Han arreglado el juego de cabo a rabo.

Podría hablaros de muchas cosas, desde la historia hasta el lore oculto, de la exploración, del combate o de esos momentos tan survival horror que puedes pasar en un carguero abandonado. No es un simulador ni mucho menos (no esperéis unas naves que se muevan como en Elite: Dangerous) pero la sensación al volar es tan maravillosa que a poco que seas de los que sueñan con las estrellas tendrás aquí un lugar donde evadirte de tu día a día, cosa que personalmente se agradece bastante.

Naturalmente hay cosas que podrían estar mejor. Y no solo me refiero a algún fallo tonto o bugs, sino a cosas que son propias del diseño del juego. El diseño de las naves en algunos casos me parece horroroso. El sistema económico está roto y solo acumulando un par de materiales podrás hacerte megamillonario en cuestión de una hora. Y las razas, pues bueno, hay 4 razas de npc. Si bien con la historia (que ya os digo que es maravillosa) podrían justificar un poco el que solo hayan 4 razas a mí sigue antojándoseme escaso.

Pero estos fallos no desquitan lo que este juego es y significa: es un gran juego que demuestra que si quieres que algo esté bien, simplemente hay que perseverar. Nos vemos por la galaxia, amigos.

Hace ya muchísimos años que soy muy fan de Canción de Hielo y Fuego. Creo que me leí los cuatro primeros libros en 2008 ó 2009. No tardé ni una semana en hacerlo. Y no es que me enganchara por ser de fantasía, sino por ese tinte de culebrón medieval que tiene. Y es lo que me atrae en la saga Crusaders Kings. Después de haberme gastado una pasta absurda en el 2, le ha llegado el relevo al 3. Soy más que consciente de que no es un juego para todo el mundo. Estamos hablando de un hijo bastardo de un rpg con un simulador teñido de gestión. Serás el señor de una casa noble en la Europa medieval. Sobrevive a ello. Parece fácil ¿a que si? Pues nada más lejos de la realidad. Dependiendo del enfoque que le des al juego podrás dedicarte a gobernar entre mil decisiones, espionaje, diplomacia, guerras, religión… todo tiene cabida aquí. ¿Quieres conquistar Britania? Ahí la tienes. ¿La Reconquista? Te reto a ello. De hecho te reto a lo contrario: conquista toda Iberia con Al-Andalus. Las cruzadas, las tribus del este, incluso las Canarias. Sé quien quieras, procura que tu familia sobreviva y disfruta del auténtico juego de tronos.

¿Cuánto hace que se anunció Cyberpunk? Ya ni me acuerdo. Recuerdo el hype, eso sí. Siempre he sido un absoluto fan del género. De hecho mis dos primeros ordenadores murieron ejecutando el primer Deus Ex. Sí, como lo lees, dos pc’s muertos por el mismo juego. Por supuesto yo también me subí al tren del hype de Cyberpunk.

Maté la espera con muchos juegos del mismo estilo. La saga Deus Ex, los Shadowrun, Binary Domain, Syndicate… y una retahíla más de juegos del estilo. Supongo que eso hizo que mis expectativas fueran aún superiores, dado que CD Project hizo magia con The Witcher 3 y no esperaba menos.
Pero llegó el día, más tarde de lo que esperaba. No quise escuchar a los que lo criticaban por los bugs y glitches (que los tiene, y no pocos) y me centré en la historia. Soy fan de Ubisoft y Bethesda, los bugs ya no me afectan. Pero mi subsconciente me hizo esperar una historia a la altura de Deus Ex o Shadowrun. Y no la encontré. Cyberpunk es a mi gusto un juego vacío, con una historia que quiere ser y no puede. Tiene una ciudad impresionante, llena de cosas que hacer y detalles, pero a la hora de la verdad está vacía. Ves una y otra vez lo mismo. Las mismas misiones secundarias. Es algo de lo que adolecen muchos juegos de mundo abierto. Así que al final me he visto jugando por inercia, por querer terminarlo. Pero ni la historia me ha llenado ni la ciudad me ha terminado de convencer. Tal ha sido mi decepción que he dejado el juego dos veces. Me sigo quedando con Shadowruns y Deus Ex.

No veáis las ganas que tenía de jugar a esta joyita. Le estuve sisando las vueltas del súper a mi mujer para pagar el Uplay+ durante unos meses. Y valió la pena. Céntimo a céntimo.

En esta ocasión nos embarcamos en una aventura a través del animus en la Inglaterra post ejército pagano (una época muy interesante que a muchos os sonará si habéis visto Vikingos) en la que encarnaremos a Eivor, un miembro del Clan del Cuervo, en sus aventuras. Mientras en el mundo real terminaremos el arco de Layla Hassan, la famosa Heredera del Recuerdo.

Qué decir de un Assassins Creed. Lejos quedaron los primeros, con su maravillosa exploración y su sistema de combate simplón pero efectista. Esta trilogía, que se inició en Origins, tiene un enfoque mucho más rpg, lo que ha hecho que el combate sea mucho más interesante. Y en este Valhalla tenemos la culminación, el cénit de esta trilogía. El combate se ha pulido hasta niveles inimaginables, Inglaterra es impresionante y tiene mil secretos. Siempre habrá algo que hacer, desde cazar a encontrar tesoros.

Pero no todo es perfecto. Si bien esta saga es de mis favoritas nunca he negado los fallos de cada entrega. Y esta no iba a ser menos. No hablo de bugs, que los hay, ni de pijerías. La lucha a caballo, el combate en barco, lo inútil del sigilo, las misiones repetitivas o el hecho de que un vikingo le de por subirse a un tejado son, al fin y al cabo, pijerías. A mi gusto el mayor fallo es la duración.

Sé que muchos jugadores buscan juegos largos, infinitos, en los que perderse. Skyrim, Breath of the Wild, The Witcher 3, todos dan con ese perfil. Pero hay algo en AC: Valhalla que peca: sobran misiones principales. Al igual que en un anime japonés, hay arcos completos que no aportan nada. Si los quitas, ni sabrías que existen. Y la experiencia no cambiaría nada. Y hablamos de arcos largos, extensos, de mínimo dos horas cada uno. Da la impresión de que eran misiones secundarias que convirtieron en obligatorias.

Pero ojo, esto que a mí me parece un defecto puede que para ti sea una virtud. Simplemente es cuestión de perspectiva. Y no quita que si estás leyendo esto y te gustan los mundos abiertos tienes una cita. Toma tu hacha y vete a matar unos sajones. Sé un vikingo.

Como ya he dicho en anteriores ocasiones me han venido de perlas cosas como Game Pass y Uplay+ me han permitido poder jugar este año a cosas muy interesantes. No hay duda de que es un sistema muy interesante y en mi humilde opinión, el futuro de la industria. A parte de una extensa, interminable lista de juegos por solo unos quince euros al mes te ofrecen juegos el mismo día de salida. Es lo que me pasó con Wasteland 3.

Lo instalé, empecé a jugar las primeras horas y… llegó el enano al mundo y tuve que dejarlo en barbecho unas semanillas. Cuando volví me encontré metido de lleno en Colorado, enfrascado en la búsqueda de los hijos de Saul Buchanan. Y no veáis que viaje. Es el clásico RPG de toda la vida, que sigue los cánones establecidos mucho tiempo atrás. Turnos, drogas, decisiones cuestionables, mal menor. Todo lo que esperáis de un juego con una temática post apocalíptica, con un mundo reducido a cenizas tras una guerra nuclear. Da igual que no te guste demasiado el género. Si eres fan de Mad Max y tienes el Game Pass, échale un ojo. Entra a Colorado, lucha contra un par de tribus y disfruta de los placeres que te puedan ofrecer en la comuna robótica. Sé el ranger que quieras ser.

Hoy toca otro juego de Ubisoft, Watch Dogs Legion. Debo decir que hasta dos semanas antes de jugar a este sandbox distópico no había tocado la saga, pero debido a la salida de este (y también al hecho de que tuve que tirar de uplay+ para poder jugar este año a algo decente) aproveché y jugué al 2, haciéndome así a la saga. Y debo decir que no es una saga que me disguste. Quizás el dos era otro tipo de juego, pero con Legion creo que han logrado algo maravilloso. Pero con matices, muchos matices.

Estamos ante un juego en el que cualquier personaje puede ser protagonista. Pero literalmente cualquiera. Esto hace que la variedad de personajes sea magnífica, como si de un XCom se tratara. Y no hay dos iguales, desde la historia hasta el tipo de jugador variará. Podrás tener una obrera especializada en drones de carga y llaves inglesas o un señor octogenario experto en robots de combate. O un borracho con problemas de corazón. Sea el que sea podrás completar las misiones, de manera más sigilosa o más a saco, pero podrás. Porque una de las mayores taras del juego es que todas las misiones son, a la práctica, iguales: ir a un sitio, hacer 3 cosas (normalmente hackear) y marcharse. Y ya. No exagero si digo que las 10 últimas misiones las cumplí con un dron araña, infiltrándome con un dron de carga y saliendo por la puerta principal.

Sé que suena a fallo terrible, pero ¿sabéis qué? Me encantó. Ya estoy harto de juegos imposibles en los que reiniciar una y otra vez. O de mecánicas que usas una vez y ya nunca más. A muchos os parecerá tedioso, o fácil. Hay solución: usad personajes distintos, retaos a vosotros mismos, poned la muerte permanente. No cabe duda de que con Watch Dogs Legion Ubisoft ha creado un juego que pueden jugar personas que buscan un divertimento rápido, como yo, o gente que busque retos de verdad. Si os gustan los sandbox, dadle un tiento, seguro que os gustará.

Terminé el repaso a los juegos de 2020 con un juego que seguramente llamó la atención de todos aquellos chavales de mi generación que se pasaban el día soñando y comiendo bollicaos. Ni más ni menos que Jurassic World Evolution.

Seamos claros, todos los que tenéis de 30 a 40 años vivisteis el boom de Jurassic Park. Y no dudo que a 8 de cada 10 os flipó hasta puntos enfermizos. En el cole no sabríais que era una hipotenusa, pero sí un Estegosaurio o un Parasaurolophus. Qué pesaditos estábamos.

Pues en este juego podrás cumplir uno de tus sueños de la infancia: montar un parque temático de dinosaurios. Tendrás una variedad burrísima de dinosaurios, a los que podrás modificar genéticamente para que sean más o menos agresivos, rápidos, duros y, obviamente, sus colores y patrones. Así podrás tener dos Brachiosaurios, uno de colores azulados y otro como el que vimos en la peli allá por el 93.

Tendrás que procurarles comida, comodidad, espacio, evitar que se maten entre ellos, vigilar que no enfermen, que no se escapen y se coman a los visitantes… Básicamente lo que es un juego de gestión al uso. Si bien es un juego de gestión un poco más simple que el otro que tienen nuestros amigos de Frontier (Planet Coaster) el hecho de tener dinosaurios le da ese punch que muchos sabrán valorar y disfrutar. A todo esto le sumaremos un modo campaña (hay más campañas previo paso por caja) en el que harán su aparición distintos personajes de la saga y un modo desafío que hará las delicias de los completistas. Lo recomiendo encarecidamente si eres fan de la saga, de los dinosaurios o de los juegos de gestión, a pesar de que para los expertos resultará un pelín simple.

 

 

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