La Steam Machine de Alienware sí que podrá actualizarse aunque con dificultad

Internet ardió recientemente cuando Frank Azor, uno de los jefazos de Alienware, declaro que su Steam Machine no podría actualizarse, esto es, cambiarle piezas como la tarjeta gráfica, la memoria RAM y todas esas cosas que hacemos con nuestros PCs para evitar la obsolescencia y poder jugar a los juegos mas exigentes en cuanto a potencia se refiere.

Declaración viral y posterior enfurecimiento en la red que parecía atentar contra los principios básicos de lo que entendemos como una Steam Machine, es decir, un híbrido que aúna la optimización y especialización de una consola con la libertad y versatilidad de un PC. La idea de una PConsola parecía más o menos clara cuando Valve nos introdujo el concepto, no obstante, queda en manos de los fabricantes la ejecución de dichos términos propuestos por la compañía de Half Life, en los que recordemos, entre las características obligatorias que debe poseer una Steam Machine no se encuentra el imperativo de tener que fabricar un hardware actualizable.

Sin embargo, Azor ha vuelto a salir a la palestra mediante el medio Eurogamer para matizar su anterior polémica declaración asegurando que la Steam Machine de Alienware si que será actualizable pero avisa de que no será fácil.

La Steam Machine de Alienware, anunciada en el CES, está diseñada para proporcionar una gran experiencia de juego en el salón y vamos a permitir que los clientes actualicen componentes. Considerando que tenemos el propósito de diseñar la Alienware Steam Machine para que sea más pequeña que la última generación de consolas, mejorar los componentes internos no será tan fácil como en otras plataformas, como el Alienware X51, pero no vamos a restringir a los clientes que quieran hacerlo.

Aunque con doble rasero (publicidad indirecta hacia Alienware X51) los argumentos expuestos por el directivo gozan de cierta lógica que parece perderse en el misterio que rodea al precio que finalmente alcanzará esta plataforma que promete ofrecer un precio competitivo frente a las consolas de nueva generación, un hecho para muchos impensable viniendo de una empresa precisamente no muy conocida por sus precios razonables.

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