Tras Godzilla The Planet of Monters (2017) y Godzilla City on the Edge of the Battle (2018) llegamos a Godzilla The Planet Eater (Godzilla el devorador de Planetas),, la tercera y última parte de la trilogía de Netflix sobre Godzilla.
En la película anterior los humanos encontraban los restos de Mecha Godzilla (que fue construido por los Bilusaludos siglos atrás). Al estar hechos de Nanometal (un metal con la capacidad de absorber otras formas de vida para perdurar) los restos de Mecha Godzilla han aguantado el paso del tiempo tomando una pequeña porción del planeta como propia.
El Nanometal ofreció a los humanos y Bilusaludos la posibilidad de crear nuevas armas y estrategias para derrotar a Godzilla, pero el plan incluía fusionarse con el metal en caso que fuese necesario, algo que acabó con la vida de la mayoría de Bilusaludos (que se entregaron voluntariamente) y algunos humanos (que fueron absorbidos contra su voluntad) lo cual horrorizó a Haruo, hasta el punto de abortar la misión, dejando a Godzilla herido, pero no muerto.
Tras ver que Godzilla no ha muerto, pero permanece en un estado vegetativo (regenerando sus heridas y recuperando vida), los supervivientes de la película anterior deciden volver al poblado Houtua donde reciben ayuda y curas.
Algunos humanos contemplaron como el Nanometal absorbió a sus compañeros, pero no pudo hacer lo mismo con ellos, lo cual no parece tener una explicación lógica y eso alimenta la creencia de se han salvado por algún tipo de milagro. Metphies, el sacerdote de la raza Exif, les justifica los sucesos con sermones propios de su religión, ganándose la simpatía de muchos que no habían creído en su culto hasta entonces.
El Dr. Martin le cuenta a Haruo que todos los que han sobrevivido al Nanometal son los mismos que fueron cuidados por los Houtuas tras el primera ataque contra Godzilla, lo cual significa que no se trata de un milagro, si no de que la medicina Houtua tiene algún tipo de producto que genera anticuerpos que te protegen del Nanometal, algo que Metphies ya sabe, pero que prefiere ignorar para ganar más adeptos a su religión.
Mientras tanto las cosas en la nave nodriza que está en la órbita terrestre no van demasiado bien, ya que los Bilusaludos que allí se encuentran consideran que Haruo traicionó a sus camaradas al abortar el plan que habría matado a Godzilla, mientras que los humanos defienden la posición de Haruo. Ese enfrentamiento diplomático termina con los Bilusaludos controlando la nave, algo que se verá interrumpido por la llegada de una extraña singularidad del espacio, que también es responsable de que Godzilla despierte de su descanso: Ghidorah ha llegado.
Si la película anterior se centraba en los militarizados Bilusaludos, esta se centra en los religiosos Exif, lo cual nos sirve para contrastar todavía más a ambas especies y crea paralelismo entre ambas maneras de proceder y como lo reciben los humanos. Me explico, en la película anterior los Bilusaludos le piden a los humanos que se fundan con el Nanometal para hacerlo más fuerte y así matar a Godzilla y la reacción que obtienen es negativa (obviamente), En esta ocasión, los Exif vienen a pedirles lo mismo, pero por medio de la religión y sin dejarles claro que van a ser sacrificados, y los humanos acceden alegremente a unirse al culto, pese a que en realidad eso no termina siendo una solución, si no un problema. Dicho de otro modo, los humanos prefieren un mentira que suene bien a una verdad dura, algo que sinceramente, me parece una buena representación de nuestra raza.
El tema religioso y catastrofista de esta película me parece una buena manera de finalizar la trilogía, ya que además trae de vuelta al principal enemigo de Godzilla: King Ghidorah. Es cierto que el diseño de Ghidorah es muy malo y que el combate contra Godzilla es un tanto particular, pero creo que esa pequeña pega puede pasarse por alto gracias al simbolismo que alcanza cada uno de los monstruos en esta película. El hecho de que los Exif adoren a Ghidorah pese a haber destruido su planeta no deja de ser guiño a Godzilla Vs Monster Zero, donde pasaba algo parecido.
Creo que esta película es un buen cierre para esta particular trilogía de Netflix y aunque es cierto que tiene defectos, muchos de ellos los hemos visto en las películas anteriores (como el ritmo excesivamente lento por momentos) y quizás algunos ni siquiera sean defectos para vosotros (por ejemplo a mi me encanta el tono serio y catastrofista de la serie y que no haya personajes graciosos que hagan tonterías).
Curiosidades sobre la película:
- Hay una escena final tras los créditos donde se muestra que los actos de Haruo se han convertido en un ritual para vencer los miedos.
