[infobox color=»#7e00a8″]

Nombre: Genaro

Primera aparición: El Jueves (2005)

Creador: Mel

[/infobox]

Durante la historia reciente, no ha existido una figura más parodiada que la del padre de familia. No es de extrañar, puesto que constituye uno de los arquetipos de lo más cotidiano, aquello en lo que una gran mayoría se puede ver reflejado. A fin de cuentas, la familia nuclear más clásica (padre, madre e hijos) continúa siendo aún hasta hoy una de los grupos primordiales en los que se estructura la sociedad, pese a los cambios que se han ido

introduciendo (aunque, eso sí, más de forma que de fondo) fruto de la propia evolución de la misma. Así, en gran parte de las comedias de situación, que tienen a Estados Unidos como centro neurálgico, la figura del padre es a menudo tratada de forma jocosa. Incluso existen series que tienen su leimotiv en la misma, como pueden ser Los Simpsons, o de forma aún más clara, Padre de Familia (Family Guy) y Padre Made en USA (American Dad).

Acotando nuestra atención al mundillo del cómic, y más concretamente a los de producción nacional, tenemos los ejemplos de familias y padres de Bruguera (o su sucedáneo tío, ya sea como recurso fácil o fruto de la censura frente a supuestos ataques contra la institución matrimonial) que ya traté de pasada en el artículo de Don Pío, pero también contamos con ejemplos más actuales. Tal es el caso de Genaro: la brasa en casa, una serie de tiras cómicas dibujadas por Mel para la revista El Jueves, cuyo protagonista homónimo será nuestro personaje de hoy.

Un tipo castizo y campechano

Si hubiera que definir a Genaro en pocas palabras,se podría decir que es una especie de Homer Simpson español, entre diez y quince años años mayor que aquél, con unos hijos bastante más “creciditos” (los dos que tiene son veinteañeros) y con un matrimonio peor avenido. Se trata de un hombre ya entrado en los cincuenta, calvo, un tanto rechoncho, con una de barba castaña de varios días y lo que parecen ser unas gafas que se mimetizan con unos ojos grandes y expresivos, que fueron creciendo con el tiempo de forma inversamente proporcional a la reducción de su nariz, que de oblonga, casi con forma de berenjena, pasó a ser relativamente pequeña y respingona.

Genaro, todo un intelectual.
Genaro, todo un intelectual.

Tosco de modales y chapado a la antigua hasta rozar lo retrógrado, a menudo tiende a avergonzar a su esposa e hijos con sus ocasionales salidas. Como buen español, acostumbra a pasar largos ratos en el sofá viendo los partidos de fútbol, o en la barra del bar bebiendo y comiendo tapas con su amigo Paco, con quien también se dedica a lanzar piropos de dudoso gusto a las jovencitas con las que se encuentran. Con todo, parece contar con un pasado politizado y militante durante el turbulento periodo del franquismo tardío y los primeros compases de la época constitucional, aunque más tarde se revelaría que sólo lo hizo para poder ligar con Teresa, su mujer.

Quién le ha visto y quién le ve.
Quién le ha visto y quién le ve.

Pese a que le he comparado con Homer Simpson, sería más apropiado hacerlo con el de las primeras etapas, las del Homer ingenuo y simplón que, sin embargo, no llega a los niveles de subnormalidad profunda de sus versiones más recientes, aunque sí puede alcanzar considerables grados de estupidez en determinadas tiras.

Para Genaro, las frases sólo se pueden interpretar de una manera.
Para Genaro, las frases sólo se pueden interpretar de una manera.

De generación en generación

Como ya indiqué en la introducción, la serie tiene a las relaciones familiares como su eje central en torno al cual gravita gran parte de la historia, al tiempo que abarca de forma tangencial muchas otras cuestiones de actualidad. Su propio nombre, Genaro (que surgió de una asociación de ideas con respecto al que iba a ser el título de la serie, Degeneración en generación), sugiere en qué faceta de las mismas iba a efectuar una especial incidencia. En efecto, el abismo generacional es uno de los temas más recurrentes. Inicialmente, Genaro era un padre divorciado que debía lidiar con sus dos hijos, y cuyos conflictos que desencadenaban eran la excusa a partir de la cual se desencadenaban los gags. Éstos son Jero, quien aúna en un solo personaje ciertos tópicos del perroflautas (rastas, piercing, afición por la marihuana, etc.) y el friki (cómics y videjuegos, una vida sexual prácticamente inexistente), así como ciertos males que asolan a la juventud española como el desempleo y la nula autonomía; y Gema, que se caracteriza por hacer del carpe diem su modo de vida en lo referente a su afición por las fiestas y el carácter liberal de sus relaciones amorosas (es muy frecuente que sus gags de desarrollen antes, durante o después del acto), que va en paralelo con un acusado rechazo por todo lo que huela a relación estable. Una vez que se reconcilió con su mujer (tras una serie de hilarantes lances y altibajos, eso sí), estas situaciones pasaron a compartir protagonismo con los tiras y aflojas de la vida conyugal.

Cualquier pasado fue mejor,
Cualquier pasado fue mejor,

Fuera de la familia, y en lo que atañe a otros temas cotidianos y de actualidad, también predomina el conflicto generacional. Así lo ponen de relieve situaciones como la crisis de los cincuenta, sus problemas en la oficina al ser el más veterano de la empresa al estar “rodeado de becarios y pipiolos”, o su eterna lucha con las nuevas tecnologías. Tampoco se escatima en los numerosos chascarrillos costumbristas en los que Genaro, su familia y/o su amigo Paco son los protagonistas.


El pobre Genaro está un poco fuera de lugar en la oficina.
El pobre Genaro está un poco fuera de lugar en la oficina.

Conclusión y recomendaciones

Genaro es un padre de familia orondo y cincuentón cuyo carácter castizo, algo retrógrado y simplón choca de frente con varios aspectos de la vida moderna que encarnan sus hijos, su jefe y sus compañeros de trabajo. Su turbulenta vida conyugal es otro de sus frentes abiertos que tampoco le dará tregua.

El mercado de segunda mano es la única vía para hacerse con alguno de los tomos que recopilan las tiras de Genaro: la brasa en casa, puesto que la mayoría son suplementos que salieron al mercado como suplementos de determinados números de El jueves, y aquellos (o para ser más exactos, aquel) que fueron distribuidos como ejemplares de librería se encuentran descatalogados. Los que corresponden al primer grupo son La brasa en casa (2007), Grandes ratitos (2009) y Familia real (2011), mientras que en el segundo grupo tenemos Fotos de familia (2008), publicado por Ediciones El Jueves en tapa dura.

Genaro: Grandes ratitos.
Genaro: Grandes ratitos.
Genaro: Fotos de familia.
Genaro: Fotos de familia.

Y como guinda del pastel, os dejamos con un dibujo de Olga Cruz, nuestra nueva colaboradora, quien a partir de ahora nos honrará con algún dibujo del personaje tratado, ya sea solo o en compañía de otros anteriormente expuestos. ¡Bienvenida!

Genaro Olga

0 0 votos
Calificación
1
0
¡Nos encantaría leer tus comentarios!x