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Título: The Fly
Año: 1958
Duración: 94 minutos
Director: Kurt Neumann
Reparto: David Hedison, Vincent Price, Patricia Owens, Herbert Marshall
Guión: George Langelaan (historia original) James Clavell
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La mosca es uno de esos personajes de ciencia ficción y terror que han sido parodiados y referenciados en tantas ocasiones que se vuelven un icono reconocible incluso para las personas que no han leído su relato original o visto ninguna de sus películas, tal y como sucede con personajes como Drácula o Frankenstein.
Aunque son muchas las películas protagonizadas por un ser medio humano, medio mosca, las dos más recordadas son la versión de 1958 dirigida por Kurt Neuman y la de 1986 dirigida por David Cronenberg. En esta ocasión vamos a hablar de la primera de ellas, un film de bajo presupuesto que se basaba fielmente en el relato escrito por George Langelaan.
La película empieza cuando Helene (Patricia Owens) llama a su cuñado François (Vincent Price) para decirle que ha matado a su marido André (David Hedison) usando la aplanadora de la fábrica que ellos poseen. Ante tal noticia François llama a la policía que se presenta rápidamente en la fábrica para ver el cuerpo de André, el cual es reconocido gracias a una cicatriz de su pierna, pues la cabeza y los brazos están totalmente aplastados.
Su mujer Helene, admite haberlo matado, pero se niega a explicar por qué lo hizo, ya que aparentemente no había ningún tipo de problema entre el matrimonio. La policía mantendrá retenida a Helene bajo la supervisión de una enfermera, pues sospechan que ha podido volverse loca, lo cual se confirma debido a los ataques que le dan cuando ve una mosca en su habitación.
Debido a ello, la custodia de su hijo Philippe pasa a manos de su tío François el cual descubre que al parecer, poco antes de la muerte de su padre, Philippe encontró una extraña mosca con la cabeza blanca y una pata deforme, que se vio obligado a liberar por orden de su madre, quien pocos minutos después le volvió a pedir que la buscase urgentemente.
Conociendo la historia de la mosca extraña, François va a hablar de nuevo con Helene, pues cree que ahí está la clave de todo lo que ha sucedido. Helene que cree que François tiene la mosca de la cabeza blanca decide contarle a él y al inspector de policía lo que sucedió.
Al parecer, un mes atrás su marido había inventado la manera de teletransportar materia usando dos recipientes preparados para tal fin. Al principio la investigación iba bien, pero lamentablemente un día su marido sufrió un accidente que lo convirtió en un ser monstruoso, lo cual provocó los fatales acontecimientos del principio del filme.
Esta película fue un rotundo éxito en su día, pese a su limitado presupuesto. Quizás gran parte de su éxito se debe a lo coherente y seria que está narrada la trama, que es tremendamente fiel al relato de George Langelaan, el cual nos explicaba los sucesos haciendo hincapié en el drama humano, del cual sabemos el desenlace, pero no los hechos que lo provocaron.
Los escasos cambios que hay en la película con referente al relato son aceptables, hasta el punto que le dan algo más de profundidad. Por ejemplo, en el libro, André afirma que cada día que pasa pierde más capacidad cerebral, que le cuesta pensar, que la otra parte de su cuerpo parece tener más control, en la película esto se lleva a la práctica mostrando a André luchando contra sí mismo, tratando de mantenerse humano hasta el último momento. Otra escena añadida es la del final, que resulta bastante perturbadora y que sirve para hilar la escena con la que termina toda la película.
Curiosidades:
- Esta película fue incluida en la lista de mejores películas de toda la historia del cine que hizo el periódico New York Times.
- Kurt Neuman, el director de esta película, murió sin conocer el éxito que tuvo esta película. La muerte de Neuman es un tema algo extraño, ya que algunas fuentes dicen que murió de causas naturales y en otras se afirma a que se suicidó antes de que se estrenase la película.
- Pese a que la energía nuclear no tiene nada que ver con la película, en algunos carteles publicitarios se la mencionaba engañosamente para atraer la atención del público, ya que era un tema que estaba de moda.
