[HorrorScience] Halloween: Resurrección (2002)

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Título: Halloween: Resurrection

Año: 2002

Duración: 94 minutos

Director: Rick Rosenthal

Reparto: Jamie Lee Curtis, Brad Loree, Busta Rhymes, Tyra Banks, Bianca Kajlich, Sean Patrick Thomas, Daisy McCrackin, Katee Sackhoff, Luke Kirby, Thomas Ian Nicholas, Ryan Merriman, Billy Kay

Guión: Larry Brand, Sean Hood

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Después de haber analizado Halloween H20 en la entrega anterior de este ciclo dedicado a Halloween en HorrorScience, y haber criticado negativamente la cinta acusándola de parecerse más a Scream que a la franquicia protagonizada por Myers, sigue el turno de la octava cinta en esta saga llamada Halloween: Resurrección.

Y si a la anterior la tildaba como una película que sufre de «noventización», a esta tendré que criticarla por sufrir «dosmiltización». ¿Y esto por qué? Sigan leyéndome para sacar sus propias conclusiones.

La historia comienza como una continuación de H20. ¿Cómo? ¿Una continuación? ¡Pero si…!

Sí, una continuación. No es raro de ver en este tipo de cine, en el que sacan de la nada una situación que continúa el final de la anterior con mayor o menor coherencia y credibilidad y listo, vía libre para meter otra historia. Este caso en particular, por suerte, no corre el mismo destino nefasto que la mayoría, y la excusa que ponen es bastante plausible gracias también a su simpleza.

Luego de un panorama de un largo y húmero pasillo, pasamos a ver el pasillo de un hospital psiquiátrico, con un par de pacientes mentales allí y una puerta al fondo. Pasando esta puerta está la habitación de la protagonista más famosa de esta saga, Laurie Strode, que está internada allí por razones que nos serán explicadas unos instantes más tarde y que obviamente están relacionadas con la película anterior.

Mientras Laurie está allí haciendo su mejor imitación de la cara de Nicolas Cage sumido en un profundo estado depresivo, aparecen dos enfermeras que recorren el mencionado pasillo con su mesita rodante cargada de vasitos plásticos con píldoras, y sirven como excusa para que el guionista haga que la enfermera más joven pregunte por qué está internada esta paciente, y la otra enfermera le cuente brevemente quién es esta paciente, a la vez que visualizamos algunos flashbacks con el final de H20 mostrándonos escenas agregadas que nos explican el porqué estamos en este punto de la historia ahora.

Al parecer ya han pasado 3 años desde los eventos anteriores, y Laurie no ha hablado una sola palabra desde entonces, además de pasarse todo el día mirando hacia la ventana de su habitación. Nos enteramos de esto mientras las enfermeras le administran a Laurie sus píldoras y tienen tan poco tacto como para hablar sobre este asunto frente a la propia paciente, además de comentar que el doctor cree que ella quiere suicidarse y que la encontraron más de una vez en el tejado del edificio, para luego decir que «la culpa debe atormentarla».

Sin embargo, una vez que estas enfermeras salen de la habitación podemos ver que Laurie Strode es mucho mejor actriz que Jamie Lee Curtis, porque parece ser que todo este tema del trauma que sufre y su comportamiento es una farsa (¡y ya van 3 años engañando hasta al médico!), y escupe las píldoras y las guarda dentro de su muñeca de trapo, la cual tiene en su regazo y se está llenando de estas píldoras desde vaya uno a saber cuándo. Laurie se levanta de su silla y se acerca a la ventana, ya sin esa expresión tonta perdida que tenía al principio, y en el exterior está Michael mirando hacia su ventana, aunque luego de un corte de escena donde vemos a Laurie otra vez sin que su expresión cambie, cuando vemos nuevamente el exterior a través de la ventana Michael ya no está. La cámara vuelve a Laurie, y su expresión continúa sin cambios a pesar de la desaparición repentina de Myers y de la música misteriosa de fondo. Si analizamos esta situación, somos nosotros quienes tienen esa impresión de que Myers desapareció repentinamente, porque en realidad Laurie nunca quitó la vista de la ventana, así que vio a Myers ahí y luego mientras la cámara volvía a ella seguramente nos perdíamos como Michael se iba al trote por el exterior antes de que la cámara lo enfocase de nuevo. Ahora, si hablamos más en serio, esta escena viene a ser algo ambiguo que no nos deja claro si Laurie está alucinando o no. Sin embargo, el director decide que un par de minutos más tarde nos sacará de toda duda, si es que tenemos alguna absurda duda de que Myers está realmente ahí.

No hacen falta introducciones a estas alturas, ¿no?
No hacen falta introducciones a estas alturas, ¿no?

Un guarda descubre, quizás haciendo su ronda, que una de las puertas del alambrado que dan al bosque del exterior está abierta, y se pega un susto terrible cuando se le aparece un tipo con una máscara de payaso, aunque reconoce de inmediato que es Harold, un paciente de esa institución mental que suele ponerse máscaras imitando a algún asesino serial conocido, de los cuales parece saber toda su historia, como un fan puede saberse todos los datos de cada uno de los personajes de su serie de tv favorita.

Este guarda lleva al paciente dentro, y unos segundos más tarde vemos a otro guarda regañándolo porque en los monitores de seguridad se ve a un enmascarado caminando por uno de los pasillos, cosa que al primer guarda le parece inexplicable si recién acaba de meter a Harold en su habitación. Es por esto que ambos salen a meter al supuesto Harold de nuevo a su habitación, pero terminan sufriendo un destino bastante sangriento, ya que Harold sigue allí donde tiene que estar (parece la oficina de un detective de homicidios) y el enmascarado es quien todos nosotros ya sospechamos que sería: Michael Myers.

Luego de liquidar a estos guardias Myers va directo hacia la habitación de Laurie, y destroza la puerta golpeándola con el cuerpo. Se acerca a la cama, pero Laurie le da un golpe por detrás con una lámpara y escapa por el pasillo. Se inicia una persecución que termina en la terraza del edificio, donde Myers cae en la trampa que Laurie preparó hace tiempo, seguramente aquella vez que estuvo por el tejado como había comentado una de las enfermeras. Sin embargo, algo sucede, y no diré qué para no arruinar más la trama de quien desee verse esta película luego de leer esta reseña.


Michael acosando a Laurie. Una vez más.
Michael acosando a Laurie. Una vez más.

Han transcurrido alrededor de 16 minutos y medio de metraje, y realmente todo parece llevarnos a pensar que estamos ante un verdadero regreso a los inicios de esta franquicia, con un Myers que es un asesino despiadado, fuerte y violento, escenarios nocturnos, la clásica melodía de la saga sonando de fondo en el momento indicado, y hasta las escenas realizadas con una cámara en primera persona desde la vista del asesino. Pero a partir de que vemos un fondo negro con el nombre de la película en letras de bordes naranja, todo lo bueno se termina.

Un grupo de adolescentes participará de un Reality Show que será transmitido en episodios por internet, una especie de Gran Hermano pero que transcurrirá en la vieja casa de la familia Myers, donde todo comenzó el 31 de octubre de 1963, cuando Michael Myers, siendo en ese entonces un muchacho de 8 años, asesinó brutalmente a su hermana mayor a puñaladas. Este Reality Show pretende lucrar con el morbo de la gente interesada en la historia de este asesino, metiendo como protagonistas a este grupo de adolescentes los cuales llevarán también unas pequeñas cámaras en la cabeza para que el espectador luego pueda elegir cualquier cámara a su antojo, incluyendo las cámaras con el punto de vista de los participantes.

¿Y qué puede pasar? Obviamente que Michael está en la casa, y que se dedicará a ir matando gente por ahí. Para hacer todo más atractivo al público de esta película, se incluyó a un rapero y una modelo muy conocidos en su ambiente, y que estaban de moda en ese entonces: Busta Rhymes, y Tyra Banks. Y como casi toda película que usa el recurso de meter personalidades de moda para hacerla más atrayente, como producto final termina siendo horrible.

Busta Rhymes y Tyra Banks
Busta Rhymes y Tyra Banks

Como he comentado antes, Halloween: Resurrección tiene un comienzo muy prometedor, mostrando que aún se puede lograr seguir con la historia de este asesino de una forma atractiva para el público y respetando la esencia de las dos primeras partes y las ideas de su creador, John Carpenter. Sin embargo, desde que aparece en pantalla el título de la película, parece que fuera hecha por otro grupo diferente de personas. La dirección es espantosa, el guión no tiene sentido y además es estúpido, hay montones de escenas ridículas, y los actores están a la altura de todo lo malo de la película.

Más allá de que esta cinta diera ganancias (no es muy difícil teniendo un presupuesto de 15 millones de dólares + presupuesto para publicidad + 2 personalidades de moda), se considera un fracaso comercial y de crítica, y marcó el final de la saga, al menos hasta que se decidió hacer un reboot de la misma, el cual cuenta ya con dos partes y comentaré sobre ellas también en este ciclo.

Algunos datos curiosos:

  • El director, Rick Rosenthal, es el mismo que dirigió Halloween II, en 1981. Seguramente por eso la introducción de esta película nos recuerda tanto a esas dos primeras películas de la saga, aunque a partir del minuto 16 haya perdido el camino.
  • Se escribieron varios finales en el proceso de producción de la película, y a causa de eso el cast no sabía cómo terminaba realmente la película. Se filmaron 4 de esos finales, y la idea del director era enviar a los cines diferentes versiones de entre esas 4. Al estudio no le gustó nada esa idea, así que la película se quedó con un final fijo, y los otros finales pueden encontrarse por internet y en los extras del dvd y bluray.
  • La actriz Bianca Kajlich, que representó al personaje Sara Moyer, es incapaz de gritar, así que se tuvo que usar a un actor de doblaje para grabar sus gritos en la post-producción.
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