[Análisis] Antes conocidos como Liga de la Justicia

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Título: Antes conocidos como Liga de la Justicia

Guionistas: Keith Giffen y J.M. DeMatteis

Dibujante: Kevin Maguire

Entintador: Joe Rubinstein

Editorial: DC Comics

Géneros: Humor/ Superhéroes

Fecha de publicación: 2003

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Si buscásemos una definición muy básica de Liga de la Justicia, la respuesta sería algo así “es un grupo formado por los principales y más populares personajes de DC cómics, que se enfrentan a las más grandes y poderosas amenazas del universo”

En el 90% de los casos, esta definición sería totalmente correcta, pero afortunadamente hay un 10% donde eso no se cumple. Digo afortunadamente, porque existió una Liga de la Justicia que poco tiene que ver con esa definición y que sin embargo,  tiene una calidad excelente.

A finales de los 80, el género de los superhéroes recibió un enfoque más oscuro, adulto y pesimista de lo que fue en la década anterior gracias a obras como Watchmen, La Broma Asesina (The Killing Joke) de Alan Moore y El Regreso del Señor de la Noche  (The Dark Knight Returns) de Frank Miller, es innegable que este cambio favoreció mucho a algunos personajes que habían perdido el norte (Batman) pero también inició una época en la que prácticamente todos los superhéroes se verían modificados en base a esos valores, pegase con el personaje o no.

Y es en mitad de esa etapa de superhéroes oscuros y traumatizados, donde, por algún motivo, la Liga de la Justicia (que no pasaba por su mejor momento) cae en manos de  Keith Giffen y  J.M. DeMatteis que curiosamente habían presentado un proyecto de Liga de la Justicia totalmente opuesto a lo que se podía esperar.

Dicho proyecto consistía en meter en la Liga a muchos personajes poco populares de la compañía, dejar solo unos pocos de los más importantes y darle al guion un toque de humor, enfocando a la serie en una especie de cruce entre comic de superhéroes y parodia del género.

Con esa descripción, es normal que los fans de la Liga de la Justicia se llevasen las manos a la cabeza, no suena nada bien, ¡la Liga es la Liga y hay que respetarla!

El regreso a la grandeza de Liga de la Justicia ¿Alguien se atreve a Dudarlo?

JLI JLASin embargo, cuando la nueva Liga de la Justicia de América (ahora llamada Liga de la Justicia Internacional) fue mostrando sus cartas mes a mes, fueron muchos los que realmente vieron en esa colección un pequeño oasis en el desierto, su estilo desenfadado y paródico, sus guiones novedosos, y sus personajes “perdedores”  le habían dado a un grupo tremendamente previsible una nueva vida.

La Liga de la Justicia Internacional nos presentaba personajes como Booster Gold, Blue Beetle, Capitán Marvel (Shazam), Elongated Man, al lado de los clásicos Batman, Flash o Martian Manhunter y todo ello manejado por un magnate de los negocios llamado Maxwell Lord, que había convertido a la Liga en una especie de empresa internacional.

En dicha colección podíamos ver cosas tan hilarantes como que un grupo de ex villanos se encuentren en la cola de la oficina de desempleo y tras decidir hacer un último robo, terminen deteniendo a otros ladrones que pensaban cometer el mismo delito, siendo proclamados héroes y terminando por pedir trabajo en la Liga de la Justicia, o que el enigmático Detective Marciano desarrollase una adicción tremenda por las galletas Oreo convirtiéndose en un ser totalmente inestable cuando no tenía ninguna para comer, todo ello aderezado por el tándem de payasos y torpes más queridos por un servidor: Blue Beetle y Booster Gold, el “alma” del equipo, su onomatopeya para reírse en las situaciones más estúpidas (Bwah- ha-ha) se ha convertido en un clásico dentro del mundo de los superhéroes, llegando a ser usada en foros a modo de burla o broma.

El dibujo de Kevin Maguire y los otros artistas que lo siguieron también fue muy distinto a lo que se solía ver, los personajes no eran excesivamente musculosos ni desproporcionados como en las otras colecciones (los 90 fueron una exageración de todo, solo hay que recordar lo visto en Image Comics o los imposibles dibujos de Rob Liefeld) ya que la intención de los dibujantes era humanizarlos y volverlos muy expresivos, basándose principalmente en la cara.

Una de las cosas que más se recuerda de esta liga, es sin duda el estilo de portada que popularizó en su primer número, con todos los superhéroes juntos, mirando al espectador y uno de ellos (Guy Gardner, quien si no) hablándole directamente de modo amenazante (si, existían colecciones que rompían la cuarta pared antes de Deadpool). Esa portada fue parodiada muchísimas veces, incluso dentro de la propia colección.

Pero el tiempo avanza, y la nube de oscuridad que envolvía el género de los superhéroes se iba haciendo másBlue Beetle densa, y ahí es cuando la La liga de la Justicia Internacional (que se había dividido en Liga de la Justicia de América y Liga de la Justicia Europa) llegó a su fin. La colección pasaría a manos de Grant Morrison, que volvió a hacer el típico grupo formado por Superman, Batman, Wonder Woman, Flash, Green Lantern, Aquaman y Martian Manhunter, para enfrentarlos a las más grandes amenazas del universo. Nada de personajes extraños, nada de galletas Oreo, nada de Bwa-ha-ha.

Entre los últimos años de los 90 y los primeros del 2000 no parecía existir un hueco para una colección como la que hicieron Giffen y De Matteis, el estilo colorista y desenfadado había quedado totalmente atrás.

O eso es lo que parecía, ya que en septiembre del 2003 apareció una miniserie de 6 números llamada Antes conocidos como Liga de la Justicia (Formerly Known as Justice League) con una portada en la que aparecían todos los personajes del grupo mirando al lector, mientras Blue Beetle decía “aquí vamos otra vez”.

Si esta historia acaba siendo la pérdida de tiempo que pensamos que será, podéis culpar a Keith Giffen, J.M. DeMatteis y Kevin Maguire. Claro que si acaba siendo medio decente, felicitad a los editores.

Super BuddiesCon esa frase empieza uno de los seis números que encontramos en esta serie, y nos demuestra que los autores de la antigua Liga de la Justicia Internacional (que no tiene nada que ver con la Liga de la Justicia Internacional actual, dicho sea de paso) siguen conservando su particular sentido del humor.

El cómic empieza con Maxwell Lord tratando de formar otro grupo de superhéroes, es consciente que no podrá volver a dirigir la Liga de la Justicia, sin embargo, piensa que puede crear algo más pequeño, un grupo de superhéroes más cercano a la persona de a pie, pues al fin y al cabo cuando necesitas a un superhéroe ¿A qué número llamas?

Y así es como los autores nos presentan a los personajes, algunos de ellos avergonzados por su irresponsable comportamiento en la Liga, otros deseando volver a empezar de nuevo y otros negándose en rotundo a participar por las malas experiencias pasadas. Con estas escenas, los guionistas intentan mostrar la personalidad de los personajes a los lectores que no siguieron la Liga de la Justicia Internacional, mostrando el tipo de persona que es cada uno de los miembros y como le ha afectado el paso del tiempo.

Por ejemplo, Blue Beetle, el “cerebro” del grupo, el inventor, se siente confuso ante la idea de volver a un grupo de esas características, es mayor, tiene problemas de salud y es consciente que todo lo que hicieron con la Liga, fue una gran payasada de la que, por fortuna, casi nadie salió herido.

Mientras tanto, Booster Gold, el juerguista proveniente del futuro y caradura del grupo, se ha casado con una anciana millonaria y vive su vida relajadamente gracias a su fortuna, sin embargo, cuando le presentan la posibilidad de volver a un grupo de superhéroes, no lo duda ni un solo momento.


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Booster Gold, ansioso por vivir aventuras de nuevo

Elongated man acepta encantado por puro aburrimiento, Captain Atom no quiere aceptar, pero su situación actual es tan humillante que no le queda más remedio, Fire acepta tras saber que no va a perder dinero (pese a tener que cerrar su página erótica de internet) Captain Marvel (Shazam) niega rotundamente la posibilidad de volver al grupo, tras las humillaciones sufridas en el pasado, sin embargo su hermana Mary Marvel, decide incluirse en el grupo voluntariamente para poder vivir aventuras y ayudar a la gente. El robot ayudante del Maxwell, será el primero en ser rescatado de su vida actual, y es que el pobre terminó trabajando en una hamburguesería, cosa que trastocó su personalidad inevitablemente.

El grupo estaba completo y bautizado: Supercolegas (SuperBuddies) un nombre tremendamente ridículo que encaja perfectamente con el espíritu del grupo, y que encima hace referencia a los Superamigos, nombre que recibió la Liga de la Justicia en una antigua serie de televisión.

Tras instalarse en un pequeño barrio de Queens, lo primero que se encuentran es que los vecinos no los quieren y es que todo el mundo sabe que si hay un grupo de superhéroes en tu barrio significa que en cualquier momento va  aparecer un supervillano buscando gloria o venganza, vamos que trae más problemas, que soluciones, sobretodo cuando los héroes son tan mediocres como los Supercolegas.

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Elongated Man explicando el particular origen de sus poderes

Sin embargo, el primer enemigo al que tendrán que enfrentarse se trata de una banda de delincuentes del barrio, antiguos estudiantes de Harvard que dejaron su vida académica para vivir como delincuentes y experimentar experiencias que no habrían vivido con una tranquila y que hablan de una manera educada e increíblemente cuidadosa, porque una cosa es ser un delincuente y otra un maleducado.

Tras esa primera aventura, los Supercolegas tendrán que lidiar con diversas situaciones adversas, pues pasaran de verse forzados a pelear entre sí para un canal de apuestas ilegales, a tener que repeler una invasión alienígena de un viejo conocido.

En las últimas páginas, la Liga de la Justicia de América hará aparición, pues algunos antiguos miembros de la Liga de la Justicia Internacional como Batman o Martian Manhunter, están convencidos de que los Súper Colegas en algún momento, por despiste o estupidez, harán algo grave que cause un resultado catastrófico.

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Ni siquiera el fundador del equipo parece confiar demasiado en sus miembros

El ritmo y el estilo narrativo de Giffen y DeMatteis es bastante rápido, sin embargo se nota que disfrutan con conversaciones entre diversos personajes que se cortan entre sí intentando poner su opinión o suposición por adelantado o ignorando el tema para hablar de algo distinto (vamos, lo que pasaría en una  conversación de bar entre colegas) mostrando así  “amiguismo” entre los héroes, que en ningún momento se cortan a la hora de mostrar su cara menos educada y más canalla (ya se sabe, la confianza da asco). Como no puede ser de otra forma, hay multitud de chistes que, cuando no rompen la cuarta pared, la acarician sutilmente y también se nota la parodia al género y todos sus clichés, pues lo primero que vemos es como el nuevo diseño del Capitán Atom es ridiculizado, pese a que él lo defiende diciendo que se le ocurrió a un tipo que dibujaba cómics, para luego volver a su clásico color plateado habitual.

Respecto al dibujo, se mantiene el dibujante a lo largo de los seis números (cosa que agradezco) y se puede observar que el estilo de Maguire, sigue estando en la línea entre el clásico estilo superheroico y un dibujo mucho más realista, donde las caras son lo más importante. No son pocas las viñetas donde podemos ver el estado de los protagonistas reflejado en su cara, sin mediar palabra, especialmente cuando hay conversaciones complicadas, como la discusión entre Sue y Fire de si Elongated Man es “un cuatro” en la escala del 1 al 10, o la discusiones “de pareja” entre Blue Beetle y Booster Gold. De hecho, desde la portada del primer número, podemos ver la opinión de cada miembro sobre su inclusión en el grupo, la sonrisa y los ojos llenos de ilusión de Mary Marvel, que ansía formar parte del grupo, la cara de odio de Sue al ver que su marido (Elongated Man) tontea con Fire, la cara de aceptación de Booster Gold, la cara de asco de Capitán Atom y Blue Beetle en medio con un gesto de “que le vamos a hacer, aquí estamos de nuevo”.

El resto de personajes que aparecen también son muy interesantes de analizar visualmente, pero se nota que el esfuerzo del dibujante está muy centrado en los protagonistas.

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El dibujante pone un especial empeño en las caras de los personajes

En cuanto a fondos, bueno, he de decir que en el comic se hace broma de que Maguire no dibuja fondos, cosa que no es del todo cierta pero tampoco es mentira, ya que cuando puede evitar dibujarlos, no los dibuja, como la mayoría de dibujantes.

Respecto a las escenas más “superheroicas” con perspectivas, escenas de acción, contrapicados y elementos visuales llamativos, he de decir que en este cómic, son más bien escasos. Sí, hay un par de combates brutos y escenas impresionantes, pero la mayor parte del cómic sucede entre viñetas plagadas de texto y expresiones faciales que hablan por sí mismas, y es que, como ya ha quedado claro, este cómic acerca el género de los superhéroes a una comedia, con lo cual, la acción y las viñetas dobles con una onomatopeya gigante, son más escasas y menos necesarias que en otros cómics del género.

Esta miniserie (que en España fue editada directamente en tomo) es bastante sólida y no decepciona, si sabes lo que hay dentro del libro, claro. Este cómic no está hecho para amantes de los comics de superhéroes comunes, está hecho para personas que disfrutaron la antigua Liga de la Justicia Internacional, y para personas que quieran disfrutar un cómic de superhéroes hecho de un estilo totalmente opuesto a la norma, donde es más importante lo que se dice y con qué cara se dice, que a quien le pegas y con qué fuerza.

Si a alguien le sabe a poco este cómic (cosa muy probable) que sepa que puede buscar una continuación que se incluyó en los números 4,5,6,7,8 y 9 de JLA Classified bajo el título  I can’t Believe its not the Justice League! y que fue recopilada en el tomo número 18 de la colección JLA/JLE.

En resumen, Antes conocidos como Liga de la Justicia es un cómic atípico, divertido, lleno de personajes que muchos lectores de cómic no conocerán y plagado de bromas, anécdotas y conversaciones estúpidas, que en muchos casos, podrían ser 100% reales entre amigos de toda la vida.

Al fin y al cabo, ¿Qué esperáis de un cómic que basó su título en el cambio de nombre del artista antes conocido como Prince?

Super Buddies (6)
Blue Beetle y Booster Gold en una de sus «discusiones de pareja»
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