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Título:

Dust and Elysian Tail

Plataforma:

PC/MAC/Linux

Género:

Aventura/Rol/Plataformas

Compañía:

Humble Hearts LLC

Lanzamiento:

24/05/2013

También disponible en:

Live Arcade[/infobox]

Sin duda, uno de los fenómenos que más me ha fascinado de esta pasada generación también presente en la actual es el boom de los juegos indies. Cierto es que se trata de un fenómeno de doble filo que así como nos ha aportado grandes joyas como Limbo o Braid, también ha abierto la veda a un sin fin de juegos de poca calidad y personalidad que intentan escudarse en el hecho de ser independientes.

No obstante, me encanta ver como de la nada aparece un juego que por su calidad se hace viral entre los videojugadores y de boca en boca acaba teniendo más presencia que muchos otros juegos con fondos para publicidad.

Xbox Live Arcade ha sido el escenario donde más ha predominado este hecho y sobre uno de esos juegos que aparecieron de la nada trata este análisis; hablamos de Dust an Elysian Tail.

Fue el último lanzamiento de verano de XBLA en 2012 y lo que en un principio podría parecer discreto en pocos días se convirtió en un éxito de ventas y crítica, envidia de muchos peceros que no vieron su salida hasta mayo del pasado año, una versión la cual analizo a continuación cuya única diferencia notable es la alta definición 1080p frente a los 720p de Xbox 360.

 

El juego en cuestión nos pone en la piel de Dust, un valiente y amnésico guerrero seducido por una espada mágica y su fiel guardiana Fidget para emprender una aventura jugable alabada por la prensa especializada.

¿Pero merece Dust an Elysian Tail tantos honores? Mis respuesta es un indudable sí, y es que el videojuego desarrollado por Humble Hearts es una propuesta de lo más atractiva debido al cuidado tratamiento de los elementos característicos de varios géneros aunados de una forma bastante acertada.

dust an elysian tail png

Se trata pues de un juego de acción/aventura hack and slash 2D que hace suyo muchas características de los juegos de rol y plataformas, pasando en ocasiones por el puzle llegando a recordar, comparaciones odiosas a parte, a antiguas entregas de Castlevania solo que menos profundo y mucho más desenfadado.

En este punto, quizás lo más difícil a la hora de desarrollar un hack and slash es elaborar un sistema de combate lo suficientemente calibrado como para proporcionar la cantidad justa de frenetismo ofreciendo diferentes tipos de golpes con los que poder jugar a hacer combinaciones, prueba que pasa este título sobradamente encontrando en su sistema de combate uno de los puntos fuertes del juego y la característica principal alrededor de elementos de géneros ajenos al hack and slash.

Las plataformas móviles y los letales pinchos no faltan en este título
Las plataformas móviles y los letales pinchos no faltan en este título

La influencia de los típicos plataformas se hace evidente en el tratamiento de los escenarios, tanto en la disposición de los elementos que lo conforman como el la ambientación progresiva de los mismos siguiendo el patrón bosque-caverna-hielo-lava que llevamos viendo desde los años 80 y en el que solo se echa de menos una fase acuática. Es imposible no identificar como intrínsecos y casi indispensables de un buen juego de plataformas elementos tales como los letales pinchos que debes evitar tocar, las plataformas móviles de las que debes evitar caerte o las corrientes de aire que te pueden ayudar u obstaculizar que aparecen en este título y que llegan a crear algunas situaciones propias del género puzle que parece ser primo hermano por parte de madre del genero plataformero.

No obstante, la joya de la corona en esta mezcolanza de géneros se la llevan las características propias de los juegos de rol que complementan la acción que proporciona un sistema de combate hack and slash y el dinamismo y la vitalidad que ofrece un mundo lleno de desafíos plataformeros. No es ningún secreto que por muy calibrado que esté, un hack and slash puede llegar a resultar lineal y un plataformas por muchos pinchos y bártulos que tenga puede resultar aburrido, más aun así no esta pensado como un plataformas puro.

En este punto, encontramos en Dust an Elysian Tail un sistema de experiencia muy parecido al que podemos encontrar en otros juegos similares con componentes de rol como Castle Crashers, esto es, los enemigos nos otorgarán cierta cantidad de experiencia que nos ayudarán a subir de nivel y aumentar los estándares roleros de salud, ataque, defensa y Fidget (magia) con un falso libre albedrío ya que no podrás ponerte todo en una sola característica. Así pues, el hecho de poder modificar las características de tu personaje, mejora aún más el sistema de combate y le otorga un peso en la experiencia jugable que no poseen otro juegos del género saja raja.

Se aprecia como el sistema de características es muy similar al de los juegos de rol
Se aprecia como el sistema de características es muy similar al de los juegos de rol

Solucionadas parte de las carencias del hack and slash y ante un mundo diseñado como si de un platformer se tratara, queda solucionar lo lineal que puede resultar un género que literalmente significa corta y raja, para ello han añadido un sistema de misiones principales y secundarias al más puro estilo RPG en su variante más actual. Y es que no solo bebe de los niveles y las misiones sino que también adopta un sistema de compra y crafting por el cual los enemigos podrán soltar objetos ya hechos como anillos o armaduras que aumentarán nuestras características o recetas para elaborar dichos objetos a partir de materiales que también soltarán nuestros enemigos como el pelaje de un lobo o las garras de un trasgo.


La tendencia del crafting en los videojuegos cada vez es mas acusada
La tendencia del crafting en los videojuegos cada vez es mas acusada

 

Un mix de géneros que hacen de Dust an Elysian Tail un portento en cuanto a jugabilidad y sobre todo rejugabilidad se refiere, hecho último que te hacen saber desde el minuto cero ya que durante nuestro viaje, dejaremos con impotencia un montón de espacios por explorar y «puertas» cerradas por no tener las «llaves» ni las habilidades necesarias para acceder a dichos sitios debido a un sistema tan acertado como infernal por el cual las habilidades nos vienen por cuentagotas, escondidas por el mundo a la espera de ser encontradas. Habilidades como el deslizamiento, trepar o el doble salto cuya carencia de las mismas te impedirá recolectar un mundo lleno de tesoros ocultos, mereciendo una mención especial ciertas jaulas bastante difíciles de encontrar y caras de abrir donde rescataremos a los amigos de nuestro protagonista Dust, unos amigos que a modo de guiño y como viene siendo moda entre los juegos indie de prestigio, resultan ser personajes de otros éxitos como Super Meat boy o Spelunky.

Sin duda, un mundo lleno de desafíos y cosas que hacer entre misiones principales, secundarias y búsqueda de tesoros que por si fuera poco se ve aderezado con una serie de arenas repartidas por el mapa que ofertan un desafío contrarreloj en el que probar tu velocidad y habilidades de combate donde en función de la calificación que obtengas recogerás una mejor o peor recompensa.

Pero aunque lo considero el aspecto más importante, no solo de la jugabilidad vive el juego, un buen estilo artítisco que recordemos, no es sinónimo de graficazos también juega un papel primordial y en este título en particular se configura como la característica más llamativa y que más ha promocionado el juego.

El responsable del distintivo estilo artístico ha sido el coreano-americano, Dean Dodrill también conocido como Noogy, animador independiente y fundador de la «recién nacida» Humble Hearts que ya había trabajado en varios proyectos durante las pasadas generaciones como la saga de Epic Games Jazz Jackrabbit. Un hecho que se nota a más no poder en este juego cuya personalidad se encuentra en su diseño 100% furry típico de un mucho más maduro Dodrill, que hace ver claramente que este es uno de sus proyectos más queridos y ambiciosos.

Tan ambicioso es el proyecto, que el videojuego solo es el anticipo que servirá de lazo y nexo a un mundo que veremos mucho más expandido en la película de animación independiente en la que trabaja el animador. Y es que el universo de Elysian Tail y sus animales antropomórficos no son cosa de ayer, ni siquiera de hace unos pocos años. Desde hace más de una década lleva la idea rondando por la cabeza de un Noogy cuya evolución se ve reflejada en esta galería:

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El diseño en particular del videojuego es simplemente sublime, el estilo gráfico de Noogy alcanza su esplendor en una creación de escenarios fantásticos. Los fondos y los elementos están cuidados al detalle en un dibujo que se adapta a la temática de cada lugar representado que denota un dominio del color, la luz y la textura exquisito. Bosques bucólicos casi oníricos, cavernas oscuras donde la poca luz hipnotiza, lugares tenebrosos envueltos en tinieblas y lugares destrozados por el fragor de la guerra son algunos de los escenarios tan distintos entre sí en los que se desarrolla esta aventura.

El diseño de personajes, dada la maestría de Noogy es fantástico, cada cual diferente y con mucha personalidad, no tanto la variedad en los diseños de los monstruos, que se configura como uno de los talones de Aquiles del videojuego por caer en el manido recurso de idear una serie enemigos en sí mismos bien diseñados, pero que usan constantemente cambiándoles de color o añadiéndoles alguna insignificancia para que no sean idénticos, algo justificable y comprensible si se tratase de un beat’em up de gran escala como la saga Dinasty Warriors pero no se da el caso.

fidget dust an elysian tail png

Por otra parte en cuanto a historia se refiere, se nota que el título es el preludio de una película. Se nos relata un guión que bajo la inocente apariencia furry de Disney esconde una trama muy adulta a la vez que bien preparada, un dato significativo en un genero donde la historia en muchas ocasiones pasa a ser algo secundario. La moralidad, la ética, el racismo y la guerra son algunos de los temas que toca superficial pero satisfactoriamente este título que embadurna su argumento de misterio hasta el punto de querer saber de una vez por todas el origen de nuestro personaje. Todo ello llevado a cabo de una forma amena y desenfadada, huyendo del dramatismo de la trama con diálogos divertidos e incluso infantiles que te harán amar el personaje de Fidget.

Diseño gráfico e historia que alardean con unas cinemáticas estilo anime que no desentonan nada con el gameplay, mostrando un casting de voces muy bien elegido y una banda sonora sólida, a cargo Hyperduck Soundworks quienes han sabido dar la nota perfecta a cada situación y en cada escenario, siendo épicos, frenéticos, risueños u oscuros cuando la ocasión lo requería.

No obstante, no es oro todo lo que reluce y cabe mencionar que la dificultad del juego es bastante regulera, la dificultad máxima es la única que puede representar un reto real, endulzada por si fuera poco con puntos de guardado por doquier y unas piedras de resurrección vendidas a un precio inalcanzable los primeros niveles pero que podrás comprar a granel a las pocas horas de juego. Lo que nos lleva a la duración, más que aceptable en un título de estas características, nada reprochable en el numero de horas en sí (mínimo unas 13 horas, bastantes más si quieres completarlo del todo) pero sí en el cansancio que pueda llegar a producir. Y es que no se puede afirmar con rotundidad que el juego resulte repetitivo, pero quizás en ese sistema de retos y habilidades que te hará volver hacia atrás varias veces y que dota de gran vitalidad a la jugabilidad se ha cometido un error de cálculo en cuanto a que el hecho de que pasar bastantes horas de juego visitando una y otra vez los mismos escenarios, por muy bien diseñados que estén, desdibujan en cierta forma el camino hacia la meta que deriva en una ansia por terminar que hace que las últimas horas puedan resultar algo incómodas.

 

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