[Análisis] Batman: La máscara de la muerte (2008)

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Título: Batman: La máscara de la muerte

Guión y dibujo: Yoshinori Natsume

Género: Superhéroes/Terror

Año: 2008

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Siempre me han parecido interesantes los crossovers (cruces entre personajes de diferentes series o colecciones) pese a saber que la mayoría de ellos se hacen con un guión limitado y poco atrevido para que ninguna de las partes salga perjudicada.

En esta web ya he comentado algunos de esos Crossovers, como Marvel VS DC o Batman/Tortugas Ninja, donde he intentado ver más allá de ese hilo conductor tan manido y previsible, porque admitámoslo, los crossovers no dejan de ser placeres culpables que se hacen porque los fans somos los primeros en montarnos nuestras propias películas y teorías sobre personajes que no habitan el mismo universo. Debido a ello, creo que en lugar de centrarse en contar una historia interesante, suelen deleitarse con guiños y detalles para los fans de cada uno de los bandos, satisfaciéndoles hasta cierto punto, pese a que la historia esté vacía.

En esta ocasión voy a hablar de un crossover en otro sentido, ya que en lugar de mezclarse personajes de cómic, se mezclan elementos del mundo real, pues trata de un manga (hecho por un autor japonés) sobre Batman, uno de los superhéroes americanos más conocidos.

Pese a que este no es el primer manga de Batman (existe uno anterior, publicado en el año 2000) sí que es el primero que yo he leído, de manera que no voy a comparar ambas obras.

Lo normal es pensar que este manga de Batman se hizo para atraer al público japonés a los superhéroes, pero lo cierto es que fue al revés. Este manga se hizo para el mercado americano, que estaba viendo cómo el manga se estaba comiendo un trozo grande del pastel que antaño era casi completamente de los superhéroes. Tras intentos fallidos para atraer a fans del manga al cómic de superhéroes (como el estilo de dibujo denominado amerimanga), se intentó hacer lo contrario, llevar a los superhéroes al mundo del manga, dejando todo en manos de un autor nipón e incluso respetando el sentido de lectura oriental.

Batman a la japonesa

No tengo ni idea de cómo fueron las ventas de este manga (normalmente este tipo de experimentos no suelen funcionar muy bien, debido a que los puristas de cada bando no suelen tenerlos en cuenta) pero ya os digo que a mí personalmente, me gusta ver a diferentes autores mostrando su versión de un personaje tan trillado como puede serlo Batman.

Esta historia está dividida en 4 números (al menos en su versión americana), pero la edición que yo tengo es la española, que fue publicada en un solo tomo de formato bolsillo (el formato estándar de los mangas en tomo) con sobrecubiertas y a precio original de 6,95 €.

Primero explicaré de manera breve la historia del manga, así que si no lo habéis leído quizás es mejor que paréis de leer aquí mismo. No es que vaya a hacer spoilers directamente, pero es inevitable contar ciertas partes de la historia, además siempre es mejor leer algo sin una idea preconcebida.

Tras la obligada presentación de Batman salvando vidas en Gotham, la historia empieza con Bruce Wayne teniendo un sueño donde recuerda la temporada que pasó en Japón para mejorar su entrenamiento en artes marciales y convertirse en un vigilante más capacitado. El sueño se torna pesadilla cuando Bruce se ve a sí mismo atrapado por la sombra de Batman, situación que se sucederá varias veces en esta historia.

El joven Bruce Wayne y la sombra que aparece en sus pesadillas

De vuelta a la actualidad, Bruce ha de hacer su papel de hombre de negocios con un nuevo socio japonés, representante de la Corporación Agurama, que trae consigo una colección de máscaras clásicas japonesas. Al conocer a una joven trabajadora de la empresa japonesa, Bruce no puede evitar volver a recordar su estancia en el país nipón donde vivió una corta temporada y entabló una relación de amistad con los allí presentes, situación que terminó cuando vio una máscara de Oni de la cual se decía que daba poderes mágicos. La máscara y su silueta atormentó a Bruce y lo volvió agresivo, lo cual provocó su marcha del dojo.

La influencia de la máscara de la muerte, hace que Bruce sea expulsado del Dojo

De vuelta a Gotham, tras la presentación de las máscaras de la Corporación Agurama, una fiesta se interrumpe con un asesinato y la desaparición de muchos de los invitados. A partir de ese momento empieza a aparecer gente muerta con la cara cortada por la ciudad. Los escasos testigos dicen que el responsable es una sombra, que casualmente es muy parecida a Batman, lo cual pone a la policía en una situación un tanto comprometida. Por su parte, el presidente de la Corporación Agurama deja de lado sus negocios culturales y se reúne con los mafiosos de Gotham para hacer otra clase de negocios, mucho más turbios e inquietantes.

Las victimas de la Mascara de la Muerte pierden su rostro

Es obvio que la Corporación Agurama está conectada con el asesino de rostros, quien a su vez es la sombra que atormenta a Bruce Wayne en sus sueños. Así que no sorprende que el clímax final sea un enfrentamiento entre ambos donde se aclaran algunos de los sucesos que vivió Bruce Wayne en Japón y que tuvieron un fuerte impacto en su transformación en Batman.

El inevitable enfrentamiento

Lo primero para hacer que este manga funcione es que la historia se entienda por sí misma, sin necesidad de leer nada más de Batman, y me alegra decir que Batman: La máscara de la muerte cumple ese punto sobradamente. Si encontrásemos a una persona que no sabe nada de Batman (si, es imposible, pero ya me entendéis….) podría leer este cómic de principio a fin, sin problemas.

Los enemigos clásicos de Batman solo aparecen en esta imagen que no tiene relación a la historia

Eso también significa que no aparecen villanos clásicos del personaje (solo en una página doble, a modo de mención y porque seguramente el dibujante quería hacerlos con su estilo) y que la aparición de personajes relacionados con Batman (como el Comisario Gordon o Alfred) son más reducidas de lo habitual. Los personajes centrales de esta historia, con excepción de Batman, son completamente nuevos y eso creo que ayuda mucho a disfrutar de esta historia de manera aislada.

El Comisario Gordon y Bruce Wayne en su versión manga

La inclusión del nuevo enemigo en el pasado de Bruce Wayne es algo que no me ha molestado, puede que sea un poco forzado, pero al menos le añade cierta conexión entre ambos personajes y se nutre del folklore japonés, además, todo lo que sucede en este cómic no contradice nada del origen de Batman, simplemente suma en la misma dirección.

La máscara de la muerte

Es verdad que el tema de comparar a Batman con su enemigo de turno es algo que ya se ha hecho muchas veces, pero teniendo en cuenta como está narrada la historia, creo que pese a ser un tópico, se ha llevado con bastante talento.

Quizás soy algo blando con el guión debido a que me gusta que mezclen recuerdos de Bruce Wayne y los sucesos de la actualidad. A nivel narrativo nos van dando más información poco a poco, mientras unen el pasado con el presente.

Hay que admitir que el villano que da nombre a esta obra no tiene un diseño excepcionalmente logrado, básicamente es una máscara de oni  y poco más, pero tiene sentido que sea así, ya que al fin y al cabo, el portador puede variar y solo la máscara permanece intacta. Es cierto que en su aparición final podría llevar algún tipo de traje más elaborado (una armadura de samurái con elementos decorativos habría sido suficiente) pero como ya digo, no es algo necesario para la historia, ya que lo importante son los actos del personaje en sí.

La colección de caras de la máscara de la muerte

Admito que me gusta mucho el “modus operandi” de la máscara de la muerte (cortar la cara de sus víctimas), y me parece de un glorioso mal gusto que las guarde a modo de colección. Quizás lo más malo de esa idea es que intentan justificar los poderes de la máscara de manera científica, metiendo como parte de la explicación la necesidad de guardar las caras cortadas. No me desagrada que intenten darle una explicación (en el mundo de Batman hay muchos elementos “sobrenaturales” explicados de manera “realista” como el gas del miedo del espantapájaros o la mutación a planta de Poison Ivy) simplemente creo que si no lo hubiesen hecho, tampoco habría importado mucho.

Supongo que debido a la naturaleza de este manga, lo que realmente debería comentar es el dibujo, ya que es lo que primero vemos y lo que hace que este cómic choque totalmente con casi cualquier otro del mismo personaje. Tengo que decir que aunque nunca he leído otra obra de este autor, su estilo de dibujo no me desagrada. Algunas páginas están llenas de detalles y otras son mucho más sencillas, pero en lo general, creo que el autor ha logrado hacer un buen trabajo con los personajes y las viñetas, aunque sí que tengo que admitir que si bien considero que Bruce Wayne está rediseñado de una manera que me gusta, debido a que le ponen la cara de un adulto (parece algo obvio, pero en el mundo del manga es habitual ver a adultos con cara de chico joven) aunque creo que eso se debe a que en la historia ya vemos a un Bruce Wayne joven, y el autor tenía que cambiar el aspecto del personaje para que los flashbacks de su pasado y los sucesos del presente quedasen claramente separados. Si Bruce Wayne tuviese el mismo aspecto en ambos, ese sistema no podría haber funcionado.

Comparación entre Bruce Wayne en sus dos etapas

Por otro lado, Batman está dibujado con un diseño muy estándar, no hay nada que llame la atención por estar fuera de lugar. Pese a ello, he de admitir que me habría gustado ver algún detalle que definiese al dibujante en esta versión de Batman (como el Batman de Todd McFarlane y su capa kilométrica, por ejemplo). Es uno de esos casos en los cuales el resultado es apropiado, pero carece de algo que lo haga atractivo.

Batman en acción

Resumiendo, creo que este manga ejecuta bien algunas de sus obligaciones y pese a que usa un concepto ya visto en otras obras del personaje (la lucha interior entre el bien y el mal dentro de Batman), al menos le han intentado dar un enfoque diferente, incluyendo a la máscara de la muerte en el pasado de Bruce Wayne y usándola como excusa para darnos una ración de elementos japoneses que adornan el resultado final.

Los villanos principales de este manga

¿Gustará Batman: La máscara de la muerte a los fans de Batman y a los lectores de manga? Pues es algo más difícil de saber ya que como dije al principio, este tipo de productos suelen pasar sin pena ni gloria debido a que los lectores no suelen salirse de su zona de confort y eso puede provocar que sea demasiado japonés para los fans de Batman y demasiado americano para los lectores de manga. A mi juicio se ha encontrado un equilibrio entre ambas partes, así que lo recomiendo a ambas partes y también a los que quieran leerse una historia corta de Batman que no necesite haber leído nada más.

Portada del tomo publicado en España
Número 2 de la edición americana.
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