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Nombre: Tetsuo Shima

Otros alias utilizados: Número 41

Primera aparición:
Young Magazine  (1982)

Creador: Katsuhiro Otomo

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El escenario histórico en el que está ambientado Akira, el manga de Katsuhiro Otomo, no podría ser más convulso. Corría el año de 1992 (unos diez años después de cuando comenzó a dibujarse esta obra) cuando una colosal explosión equivalente a una detonación nuclear sacudió Tokio. Este fue el desencadenante de una tercera guerra mundial que arrasó todo el globo y dejó en ruinas las principales ciudades del mundo.

Habían transcurrido 38 años desde entonces (es decir, era el 2030), y la capital nipona, ahora llamada Neo-Tokio, apenas había comenzado a sanar sus heridas. El inmenso cráter que dejó la explosión, epicentro de la catástrofe, aún seguía ahí, y numerosos bolsas de pobreza la convertían en una urbe insegura donde la violencia estaba a la orden del día. Era el caldo de cultivo para que diferentes bandas, integradas por jóvenes de familias rotas sin perspectiva de futuro alguna, hiciesen de las suyas. Una de ellas estaba encabezada por un joven llamado Kaneda, pero será de su amigo Tetsuo de quien hable hoy.

El despertar del poder

Tetsuo Shima es un joven de quince o dieciséis años de aspecto bastante normal. Su principal rasgo distintivo es el de su frente amplia, sobre la que sobresalen morenos mechones de punta. En su primera aparición parece mantener una cierta rivalidad (aparentemente sana) con Kaneda. Fue en una carrera de motos, en la que competían esos dos personajes con mayor intensidad que los demás, cuando sucedió un accidente en el que Tetsuo se llevó la peor parte. La presencia de un niño en mitad de la carretera hizo que aquél, al maniobrar bruscamente para no atropellarle, acabase en el suelo inconsciente. A ello le siguieron varios sucesos misteriosos. Aquel niño no sólo tenía una apariencia grotescamente envejecida, sino que desapareció en cuestión de segundos. A continuación, unos agentes en actitud sospechosa obligaron a marcharse a Kaneda y su banda y llevándose a su herido amigo a un lugar del que ninguno de ellos tendrá constancia.

Tetsuo al principio de la historia.

Ocurrieron no pocas cosas hasta la reaparición de Tetsuo. Sus amigos (es decir, Kaneda, Kai y Yamagata), al ir en su busca, se toparon con Kay y Ryu, una joven y un adulto pertenecientes a una organización armada de resistencia, así como con aquel misterioso niño que resultó tener poderes psíquicos, y al que, al parecer, ambos bandos buscaban. En esos sucesos Kaneada entró en el punto de mira del líder de la misión gubernamental, el Coronel. Tras todo aquello, y ya de vuelta en el centro correccional en el que están internados (un tugurio de mala muerte donde reciben malos tratos por parte del personal disciplinario) les sorprendió ver que Tetsuo había regresado.

Tetsuo regresó muy agresivo y arrogante.

Tras volver a sus correrías callejeras, pronto descubrieron que su amigo no era el de siempre. Tras su misteriosa desaparición parecía haber adquirido un carácter mucho más agresivo y arrogante. No sólo empezaba a cuestionar el mando de Kaneda, sino que, tras enfrentarse con una banda rival (la del Payaso), casi mata a uno de sus integrantes, y lo hubiera hecho si no es detenido por aquél. Su estado de humor se volvía aún más irascible por sus intensos dolores de cabeza y la dependencia a las drogas que ha desarrollado a partir su ingreso en aquel extraño hospital. Pronto se sabría que se debía a que sus poderes psíquicos estaban comenzando a despertar. Unos poderes sumamente destructivos que eran capaces de hacer añicos todo lo que se encontraren por delante, y que no dudaría en emplear para reventar las cabezas de todos aquellos que le hiciesen frente. De hecho, y tras una serie de incidentes, lograría hacerse con el mando de la banda del Payaso, a quienes logró intimidar con sus recién adquiridas habilidades para que le suministren toda la droga que puedan encontrar, a partir de lo cual se convertirá en acérrimo enemigo de Kaneda y su antigua banda.

Aterrorizó a la banda del Payaso con sus poderes destructivos.

Número 41

Todo esto se produjo porque un equipo de investigación gubernamental, con el Coronel al frente, había descubierto los poderes con los que contaba Tetsuo. A raíz de aquello, había sido sometido a una serie de experimentos y le habían suministrado una droga potentísima de la que se había hecho adicto. Al igual que a los sujetos de pruebas de un macabro proyecto (y del que sólo habían sobrevivido tres niños, todos ellos horriblemente envejecidos y adictos a aquél narcótico), le fue asignado un número, el 41, y fue internado en un centro destinado a tales actividades. No obstante, la naturaleza de su poder y su temperamento inestable hacían que fuese incontrolable. No sólo se termina fugando (esa fuga fue la que provocó los acontecimientos con la banda del Payaso ya mencionados), sino que, sobre todo, llegó a conocer por si mismo la máxima preocupación de los responsables del proyecto gracias a sus nuevos poderes telepáticos: el despertar de Akira.

Tetsuo también desarrolló la telepatía.

En efecto, el Coronel y su equipo temían por encima de todo que el sujeto de experimentos más poderoso que haya existido despertase, y llegaron a la conclusión de que Tetsuo podría ser ese temido revulsivo. La razón es que la explosión que devastó Tokio no fue provocada por una bomba nuclear lanzada por una potencia extranjera, sino por el poder del propio Akira. Tras saber de su existencia, nuestro antagonista insistió en conocer a aquel prodigio humano que hibernaba en una enorme cápsula criogénica en las profundidades de la tierra, algo que logró a pesar de la resistencia mostrada tanto por el propio Coronel como por Kaneda y Kay, quienes se habían asociado tras los sucesos de la banda del Payaso.


Tetsuo y Akira, frente a frente.

Lugarteniente de Akira

Las consecuencias del despertar de Akira fueron catastróficas. Neo-Tokio fue una vez más reducido a escombros como consecuencia de otra gigantesca explosión, dejando paso una vez más al caos y la muerte, y Tetsuo supo pescar en ese río revuelto. Movido por su afán de poder pero siendo consciente de que Akira era mucho más fuerte, se sirvió de aquél para mandar. Construyó así el Gran Imperio de Tokio, en el que nominalmente Akira era el jefe supremo, pero que en el que en la práctica el propio Tetsuo tomaba las decisiones debido a que Akira era un niño abstraído que apenas pronunciaba una sola palabra. Tanto sus dotes de mando, que le permitieron agrupar en torno a sí a cierto número de fieles, como los poderes sobrenaturales de ambos prodigios hicieron suscitar un afán mesiánico entre la población, quienes les alababan como a dioses. A ello contribuyó que repartiese comida entre las masas hambrientas, aunque, no contento con ello, suministraba drogas a las raciones para hacer a la población aún más dependiente.

Tetsuo es quien dirige en la sombra el «imperio» de Tokio.

Desde entonces, los poderes de Tetsuo no dejaron de aumentar. Gracias a Lady Miyako (una anciana que también reunía facultades mentales fuera de lo común) supo que las drogas bloqueaban el desarrollo de sus habilidades psíquicas, por lo que, tras superar su síndrome de abstinencia, fue capaz de hacer prodigios antes inimaginables. Por desgracia, su cuerpo fue incapaz de poder canalizar semejantes fuerzas, lo cual provocaría grotescos cambios en su organismo que llegarán a amenazar su propia existencia.

Sus transformaciones serán cada vez más grotescas.

Conclusión y recomendaciones

Tetsuo Shima es un adolescente problemático perteneciente a la banda de Kaneda. Cuando sus poderes despearon, la rivalidad relativamente sana se trocó en odio y, sirviéndose de ellos, buscó la forma de mandar sobre los demás mientras trataba de calmar su agudo dolor de cabeza y su no menos fuerte síndrome de abstinencia. Conocer a Akira fue el empujón que necesitaba para lograr el poder absoluto.

Son muchas las ediciones del manga que han salido en español. La editorial que más publicaciones ha realizado ha sido Ediciones B, con hasta tres ediciones distintas. La primera, de 1990, consta de 38 tomos. La segunda (1992), más compacta, de 14. Por su parte, la de 1999, concentra toda la serie en seis grandes tomos. Ese es el mismo formato que sigue Norma Editorial (2005), aunque con portadas diferentes.

Akira #5 (Ediciones B, 2000).
Akira #3 (Norma Editorial, 2005).

También está la famosa película de animación estrenada en 1988 y dirigida por Katsuhiro Ôtomo que presenta grandes diferencias en algunos aspectos de los expuestos en este artículo basado en el manga.

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