Hace una semana leí sobre un juego del cual jamás había oído hablar: Hearthstone. Un juego de cartas creado por Blizzard basado en su extenso y gordopecero universo del World of Warcraft y que era Free to Play. Nunca he tenido interés en los juegos de Blizzard y mucho menos de su buque insignia. Tampoco soy muy amigo de los F2P ya que en su mayoría se basan siempre en la repetición de partidas online que hacen que me aburra a los 5 minutos. Pero una especie de fuerza mayor me impulsó a mover el ratón y clicar en el botón de «Jugar gratis» de su página web.
20 minutos y 2 gigabytes y medio después, me lancé a jugar a este juego que prometía ser desinstalado a los 5 minutos. Ay, pobre de mi, acabé por sucumbir a sus encantos cuando el periodo de entregas de la facultad estaba en su máximo apogeo y llevo ya una semana en la cual no he sido capaz de jugar a ninguna otra cosa.
El sistema de juego se basa en partidas online u offline, aunque estas últimas acaban perdiendo el sentido a los 30 minutos, las cuales suelen durar entre 15 y 20 minutos. En cada partida empezarás con un determinado número de cartas y un cristal de maná. A cada turno ganas un cristal y se te restablece el maná, el cual tendrás que utilizar sabiamente usando las cartas, que te hacen lanzar hechizos e invocar criaturas. El que primero logre que la vida del contricante rival llegue a 0, gana.
Hearthstone es un F2P y como no, tiene micropagos. Pero sorprendentemente, se pueden conseguir todas las cosas con las monedas del juego y además de forma relativamente fácil. Cada 3 victorias online, consigues 10 monedas y cada día se añade una misión que tras cumplirla, te dará 40 monedas más. De esta forma, se puede conseguir un sobre cada dos o tres días. Con estas posibilidades el juego no te limita a tener que jugar partidas online una detrás de otra sin más a no ser que pases por caja, sino que te invita a jugar para ganar sobres que harán que tus mazos mejoren, dando así una sensación de progreso que a mí personalmente me tiene enganchadísimo.
En fin, dejad que Hearthstone guíe vuestros ratones hacia la página principal y descargue el juego, yo lo hice y no me arrepiento.
