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Nombre: Niño gusano

Nombre real: Sampei Hinomoto

Primera aparición: El niño gusano (2005)

Creador: Hideshi Hino

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Llevamos casi 50 personajes comentados en esta primera temporada de Conociendo a…, de manera que cada vez cuesta más elegir el personaje que protagonizará la sección. Es entonces cuando repaso mi colección de cómics y si eso no funciona, recurro a visitar la biblioteca o alguna tienda de cómics, en busca de que alguna portada me dé la inspiración que busco.

Esa situación se dio hace unos días cuando vi unos cuantos tomos de Hideshi Hino, un autor japonés del cual leí un par de obras tiempo atrás.

Conviene aclarar que pese a que Hino se ha dedicado casi siempre al manga (generalmente de terror y gore), también ha participado como director en varias películas, que casualmente son las que lo llevaron a la fama en el sentido más polémico de la palabra, pues esas películas (tremendamente violentas y sangrientas) fueron confundidas con películas Snuff -películas donde se asesina a gente de verdad- cuando se compartieron por internet, lo cual provocó que la policía buscase a sus creadores, que tuvieron que demostrar que dichas películas no eran reales.

Sabiendo esto, ya estáis bajo aviso si veis o leéis alguna obra de Hideshi Hino, pues pese a la apariencia infantil de sus personajes, sus historias son crueles y desagradables, dando una combinación un tanto rara que no suele dejar indiferente a nadie.

El niño gusano

Sampei Hinomoto es un niño que tiene una vida bastante dura, pues su extraño aspecto y aficiones hacen que sufra acoso escolar por parte de sus compañeros, regañinas por parte de sus profesores y cierta vergüenza y rechazo por parte de su propia familia.

Debido a que no tiene amigos, aborrece la escuela y su familia se siente incómoda con él, este niño de aspecto inquietante y enfermizo solo es capaz de pasar buenos ratos en compañía de animales abandonados de todo tipo, que el mismo recoge y lleva a su escondite secreto, situado en un vertedero tras una fábrica. Allí, rodeado de basuras y sobras de la civilización, Sampei es feliz alimentando a sus animales con la comida de su almuerzo y jugando con ellos hasta que atardece y ha de regresar a casa.

La afición de Sampei por los animales no se limita a perros, gatos y pájaros. Él adora todo tipo de animales, incluyendo los peligrosos como las serpientes o los que producen asco a la gente, como sus queridos gusanos, que casi siempre lleva en sus bolsillos para poder jugar con ellos en la calle o en clase, situación que provocó que lo apodaran “niño gusano”.

Recibiendo una paliza de sus compañeros de clase
Sampei es objeto de burlas y palizas por parte de sus compañeros de clase
Sampei y sus animales
Sampei y sus animales

De mal en peor

La mejor parte del año para Sampei es cuando tiene vacaciones, pues puede pasar todo el día jugando con los animales en su escondite secreto, aunque esas fechas también coinciden con la entrega de sus calificaciones de la escuela y la correspondiente bronca por parte de sus padres, que lo ven como la oveja negra de la familia, pues sus hermanos son mucho más aplicados con el tema de los estudios y más normales en términos generales.

Su familia no deja de regañarle ni cuando está enfermo
Su familia no deja de regañarle ni cuando está enfermo

Un día tras recibir una sonora bronca de su padre, Sampei se encierra en su habitación y empieza a vomitar sin razón aparente. Del vomito sale un extraño insecto rojo que le pica en el dedo y lo deja inconsciente, para luego desaparecer.

A partir del día siguiente el niño empieza a sufrir una enfermedad que lo va pudriendo poco a poco, haciéndole perder sus dientes, brazos y piernas y para la cual los médicos no encuentran cura alguna. La familia de Sampei, pese a tratar de curar a su hijo, sigue con una actitud de incomodidad ante su situación, pues sus gritos de dolor y el extraño olor que desprende hacen que no puedan llevar una vida normal.

No es por tanto extraño que, cuando Sampei se convierte en un gusano gigante y abandona su cuerpo, su familia decida hacer un funeral al cadáver vacío del niño y luego eliminar al gusano gigante para evitar que les perjudique en su vida diaria.

Sampei, ahora convertido en un niño gusano, sobrevive al intento de asesinato y decide empezar una nueva vida pues, ahora que no es un humano no tendrá que preocuparse por estudiar ni estar con otras personas.

Lamentablemente su nuevo aspecto aleja a sus únicos amigos, los animales, y le impide hacer nuevos compañeros, de manera que esto provocará una evolución en su personalidad, que pese a que en esta nueva etapa de su vida es tremendamente optimista y agradable, no puede evitar la sensación de soledad que lo termina alcanzando allá donde vaya.

Conclusión y Recomendaciones

Sampei es un personaje bondadoso pero su extraño aspecto y aficiones le privan de tener una vida normal y la sociedad no es demasiado benevolente con esa clase de personas. Pese a que su etapa como niño gusano empieza dando un poco de felicidad a Sampei, enseguida descubrirá que la soledad y la crueldad de las personas son constantes allá donde vaya y que, inevitablemente, eso puede hacer que el corazón más puro se tiña de negro.

La soledad perseguirá al niño gusano
La soledad perseguirá al niño gusano

Podéis leer la historia de Sampei en el tomo El niño gusano editado en 2005. Y si os gusta el estilo de Hideshi Hino, os agradará saber que esta no es la única obra suya que se ha publicado en español.

La nueva vida de Sampei
La nueva vida de Sampei
El niño gusano
Portada de El niño gusano
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